La política «covid cero» en China, con sus restricciones y su incertidumbre, complica la vida a los empleados y a las empresas, obligadas a adaptarse día a día e incluso a cerrar sus puertas.
Con información de Banca y Negocios
China es la última gran economía que mantiene una estricta estrategia sanitaria, basada en poner en cuarentena a personas que son positivas, en confinamientos selectivos o en tests PCR obligatorios
Pero esta política tiene graves repercusiones sobre la economía, con comercios cerrados, un turismo mermado, fábricas funcionando a medias y cadenas de producción muy perturbadas.
Aunque el gigante asiático se recuperó rápidamente en 2020 del primer impacto epidémico, ahora afronta estos últimos meses el peor brote de covid-19 desde hace dos años
Esta situación provocó en abril el confinamiento total por dos meses de la capital económica Shanghai, con repercusiones desastrosas para la actividad y el empleo.
Fiona Shi perdió su empleo dos veces a causa de la pandemia
En 2020, esta pequinesa de 38 años ocupaba un cargo en la dirección en la hostelería, cuando la propagación del covid asestó un duro golpe al turismo.
Dos años después, Fiona, que volvió a encontrar trabajo en una multinacional, se halla de nuevo sin empleo, esta vez a causa de las restricciones sanitarias.
«La pandemia ha hecho que las cosas sean más complicadas» pues varias empresas dudan en contratar o reducen su masa salarial, declara la mujer a la AFP.