miércoles, marzo 19, 2025
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El Festival de Invierno; por Marbella Díaz Wever

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Marbella Díaz Wever

“Y la palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad”. ( Jn. 1: 14).

El 25 de diciembre, es el día asignado en nuestros calendarios como el día del Nacimiento de Cristo.

Pero, ¿realmente ese día nació Jesús de Nazareth?, o ¿son las navidades el resultado de alguna mezcla entre el paganismo y la cristiandad?.

La palabra Navidad se halla en las Sagradas Escrituras ( Nati – vitá, significa nacimiento, que da vida). De acuerdo a los tiempos, tradiciones y sucesos de hace más de 2000 años, el Mesías, nuestro Salvador no nació durante el invierno, pues cuando Él nació, los pastores velaban sus rebaños en el campo, como es conocido en Palestina, tradición en la que los rehaleros llevaban sus ovejas a las montañas antes del 15 de octubre.

La Biblia indica que Cristo pudo haber nacido en el otoño y su muerte al final de la Pascua, lo cual era en la primavera.

Sin embargo no hay fecha exacta del Nacimiento de Jesús, aunque si sabemos que Juan el Bautista nació seis meses antes de Cristo. La Biblia señala que el predicador Juan el Bautista nació a mediados de junio, de acuerdo a esto, Jesús nació en el otoño y no en el invierno. Pero, si Cristo no nació en diciembre, ¿por qué la Iglesia escogió este día del calendario para tal celebración?.

El 25 de diciembre, los paganos celebraban el nacimiento de su dios Solar. Fue en el siglo V que la Iglesia Católica Romana ordenó que el nacimiento de Cristo fuera conmemorado ese día, pues también se festejaba la antigua fiesta romana del Solsticio de Invierno.

La celebración del nacimiento del dios Sol era popular, especialmente dentro de los “misterios” conocidos como mitraísmo.

Este festival era también llamado “La Natividad”.

En la época invernal, todos los dioses solares, desde Osiris hasta Júpiter y Mitra, celebraban su cumpleaños, los cuales consistían en podar árboles de pino para

Adonis, Saturno y otras deidades que representaban el calor del nuevo nacimiento del sol en forma de fuego.

La vieja celebración se dispersó y llegó a ser una costumbre en Roma y Grecia.

Al llegar a Roma tal festividad, se le conoció con el nombre La Saturnalia, fiesta vil, inmoral y degenerada que desprestigió la capital. La gente vivía del libertinaje y la borrachera, las leyes fueron puestas a un lado para enaltecer al dios Saturno, “dios escondido”.

De tal hecho, la Iglesia Católica Romana eligió celebrar el nacimiento del Hijo de Dios.

Todo lo demás se fue añadiendo con los años de acuerdo a la cultura e idiosincracia de los pueblos: la comida, la música, los regalos, la carta al Niño Jesús, el Pesebre, los estrenos, Santa Claus, las misas de aguinaldo, en fin un simulacro para recordar a los Reyes Magos.

A pocos días de recordar la aparición del ángel a María, donde le anunciaba que daría a luz un hijo, el cual pondría por nombre Jesús, resaltamos que sólo uno partió la historia en dos (a.C. y. d.C): Jesucristo.

Te pedimos Señor por la familia, y por todos aquellos que aún dudan de ti.

Marbella Díaz Wever

Licda. Educación/Orientadora

Locutora UCV – Articulista Opinión RadioWTC

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