La directora de de Comunicación, Kate Bedingfield expresó que el objetivo del Gobierno de Biden es “procesar a los migrantes de manera segura y ordenada”, pero también expulsar a los que crucen de forma irregular la frontera con México.
Con información de El Pitazo
Comentó que se trata de “una decisión” que debe tomar el organismo sanitario, pero afirmó que la Casa Blanca se está “preparando para cualquier contingencia”, inclusive ante un aumento del flujo migratorio.
La directora de Comunicación recordó que la pobreza o la violencia en los países de origen de los migrantes no son requisitos para pedir asilo en Estados Unidos, por lo que aplica es con una condición reservada para las personas que sufran una “persecución”, explicó.
“Obviamente, tratar de ingresar ilegalmente a los Estados Unidos conlleva consecuencias y nadie debería tomar esta decisión tan peligrosa”, señaló Bedingfield, quien sustituye en las ruedas de prensa diarias a la portavoz de Biden, Jen Psaki, mientras esta se recupera de la covid-19.
La funcionaria afirmó que Estados Unidos está trabajando con varios países de la región para “brindar opciones” a las personas, de manera que no tengan que salir de sus lugares de origen.
Biden encaró la presión de los demócratas y de quienes abogan por los migrantes para que se cancele el uso del Título 42 que, según los críticos, no ha contribuido a la salud pública de EE.UU. y no tiene justificación médica cuando ya ha pasado lo peor de la pandemia.