Los niños de nacionalidad venezolana que han sido expulsados por Estados Unidos, llegan a los albergues de migrantes de México padeciendo enfermedades debido a las condiciones precarias a las que estuvieron expuestos durante su detención en el país norteamericano, reportaron medios mexicanos.
Con información de El Pitazo
El ayuntamiento de Tijuana, México instaló en la Unidad Deportiva Reforma un albergue temporal para recibir a los migrantes que son expulsados desde Estados Unidos tras cruzar la frontera de forma irregular. Actualmente la mitad de los migrantes que se encuentran en el lugar, son menores de edad.
La situación de los menores de edad fue expuesta por Enrique Lucero, Director Municipal de Atención al Migrante de Tijuana, durante una conferencia titulada Despierta la Esperanza el pasado 7 de noviembre.
El director municipal precisó que el albergue ha recibido a un total de 211 venezolanos, de los cuales 42 son hombres y 64 son mujeres, mientras que los otros 105 son menores de edad, registrando a 64 niñas y 41 niños.
«No contemplábamos que iban a llegar en estas condiciones, con un pants nada más y con unas sandalias (…) Tenemos una población de 105 menores que esta regresaron en circunstancias muy lamentables, porque prácticamente les dieron un trato en Estados Unidos como prisioneros; estuvieron tres días en centros de detención migratoria», dijo Lucero.
Centros de detención de EE. UU.
Según declaran algunos venezolanos expulsados a México, las condiciones de los centros de detención en donde permanecieron en Estados Unidos eran deplorables. Destacan que no tenían un lugar para ir al baño y dormían en suelos fríos.
«Las condiciones no son las más decentes, por así decirlo, uno tiene que hacer sus necesidades delante de todos, mi hija por lo menos duró casi ocho días sin ir al baño«, dijo Mirlandis, una venezonala expulsada a México, a Uni Radio informa.
Los adultos venezolanos aseguran que las malas condiciones de salud que padecen los niños, se deben a las condiciones en las que se encontraban los centros de detención de Estados Unidos. Algunos niños expulsados declararon padecer de mucosidad, gripe, diarrea y dolores estomacales.
«Son cuartos fríos, puro cemento, les dan una cobija de aluminio, duermen con la luz prendida, encendida, el baño se comparte, no hay divisiones y la alimentación es muy mala para ellos y por eso llegan con esos problemas», expresó Enrique Luna.
