Peter Pan es usado en todo tipo de referencias, una de ellas es el “Síndrome de Peter Pan” del cual han hablado diferentes psicólogos. Pero realmente, ¿a qué se refieren cuando mencionan este síndrome con nombre tan peculiar?
El primero en hablar del Síndrome de Peter Pan fue el doctor Dan Kilye en su libro que lleva el mismo nombre del síndrome y que trata de ese tipo de hombres que a pesar de que pasan los años, siguen comportándose con una actitud adolescente, e incluso infantil. Por lo que causó gran impacto en varios países durante los últimos años del siglo anterior.
Entonces se puede entender el Síndrome de Peter Pan como una manifestación de la personalidad llamativa en algunos adultos que no se comportan de acuerdo a la edad que tienen. ¿Pero qué significa esto? Se trata de ese tipo de personas que no quieren asumir nuevas responsabilidades en sus actos, los cuales son naturales de la vida de cualquier adulto.
Estas personas suelen comportarse como si fueran más jóvenes de lo que realmente son, por lo que no es un tema que tenga que ver con el físico y la apariencia. Si no que por el contrario los aspectos emocionales y de personalidad son en los que más se marca este síndrome. Según los especialistas, es un síndrome que por algún motivo se da más veces entre hombres que en mujeres.
El portal digital español Itae Psicología mencionó las características principales de las personas que sufren este síndrome de Peter Pan, por lo que a continuación podrá conocerlas e identificar si tiene alguna persona cercana que podría tener este comportamiento en su día a día.
Características de las personas con Síndrome de Peter Pan
- A pesar de tener más de 30 años, se comportan como adolescentes.
- Se sienten demasiado atraídos por la juventud y la niñez.
- Tienen miedo a la soledad.
- Tienen baja autoestima e inseguridad.
- Tienen necesidad de la atención de las demás personas.
- Su actitud se centra en recibir, pedir y criticar con poca tolerancia a la frustración.
- Se centran en sí mismo y en sus problemas, sin preocuparse por quien le rodea.
- Sienten insatisfacción constante con lo que tienen, desean tenerlo todo sin esforzarse.
- Consideran el compromiso como un obstáculo a la libertad.
- No se responsabilizan de sus actos y culpan a los demás por lo que no les sale bien.
- Mienten o siempre tienen una excusa para sus actos.