La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco) ofreció este lunes su ayuda al gobierno brasileño para reparar los daños causados por los seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, que el domingo invadieron el Congreso, el Palacio de Planalto y la Corte Suprema.
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La ministra brasileña de Cultura, Margareth Menezes, escribió en Twitter que recibió «una llamada de Marlova Noleto, directora y representante de la Unesco en Brasil, y con quien tengo una relación de amistad y cariño, quien se puso a disposición para contribuir con la recuperación de las sedes de los tres poderes y de todo lo que fue destrozado».
Miles de seguidores del ex presidente Bolsonaro invadieron y causaron daños en el interior de los edificios de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la capital Brasilia, considerados referencias arquitectónicas al haber sido diseñadas por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer.
Menezes señaló que convocó a una reunión con técnicos del Instituto Brasileño de Patrimonio Artístico e Histórico (Iphan) «y ya contamos con la colaboración de un grupo de especialistas y restauradores de arte de todo el país».
Según Menezes, «es urgente que evaluemos los daños y comencemos la recuperación y la restauración de todo el patrimonio que fue brutal y absurdamente destruido».
ministra recordó que entre las obras dañadas hay «un cuadro de Di Cavalcanti destruido a puñaladas (que) revela la enorme ignorancia y violencia de estos actos abominables».
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