El alcalde del municipio Baralt del estado Zulia, Ramón Bracho, decretó estado de emergencia en las zonas palafíticas de Ceuta, Tomoporo de Agua y San Timoteo por el derrumbe de palafitos, caminerías y las inundaciones en viviendas por el oleaje que afectó a 80 familias. La información fue ofrecida este lunes, 10 de octubre.
Por El Pitazo
El mar de leva, o de fondo, en el Lago de Maracaibo ocasionó el derrumbe de 1.000 metros de caminerías y 15 palafitos. También hay 25 palafitos con pérdida parcial por techos y paredes, junto a 110 viviendas bajo el agua en las parroquias Rafael Urdaneta y San Timoteo, de Baralt.
“Este domingo (9 de octubre), la naturaleza se ensañó con nuestros pueblos palafíticos y, por primera vez en años, hemos visto el gran daño de los pueblos de Ceuta, Tomoporo y San Timoteo. Toda esta catástrofe nos ha obligado a decretar emergencia en las dos parroquias y pedir ayuda al gobierno nacional y regional para atender a los damnificados”, agregó Bracho.
El alcalde precisó que el presupuesto que tiene el municipio Baralt para atender a las comunidades no es suficiente para cubrir con la reconstrucción, reparación y atención de las familias damnificadas por el oleaje en las zonas palafíticas.
Desesperación
En medio de las lluvias y el oleaje, los habitantes de las zonas palafíticas se lanzaron al agua para poder sacar objetos de sus casas y llevarlos a tierra firme. Los palafitos están construidos en su mayoría de madera y zinc, sobre pilotes en el Lago de Maracaibo.
Ana Reyes, vecina de Tomoporo de Agua, contó a El Pitazo que las familias que residen en los palafitos, en su mayoría, tienen un sustento económico por la pesca de cangrejo.
“La gente estaba desesperada, los hombres se lanzaron al agua para rescatar lo poco que había dentro de las casas. Nosotros no tenemos nada más y vimos nuestras casas siendo arrastradas por el lago”, agregó Reyes, quien tiene 10 años viviendo en la zona palafítica.
En el Cuerpo de Bomberos de Baralt y en la iglesia San Pablo Apóstol de Mene Grande, la ciudadanía y autoridades habilitaron centros de acopio para que los ciudadanos puedan llevar medicamentos, alimentos no perecederos, ropa, zapatos, agua y otros artículos para los damnificados.