¿Actualmente los jóvenes tienen dependencia a los dispositivos móviles? Eso fue precisamente lo que trató de demostrar un estudio desarrollado por la Universidad de Málaga y el colegio Platero en España, en donde un grupo de 97 personas entre 15 y 24 años fueron evaluados en un análisis que plantea los daños psicológicos que genera el extremo uso del celular.
El resultado general es que la desconexión impacta de forma clara en su salud mental causándoles ansiedad, inseguridad e incluso dependencia, reseñó El Mundo.
Durante la primera semana podían hacer uso de la forma habitual, durante la segunda tenían que desconectar el dispositivo y, en la última semana, recuperaban el uso normal del mismo. En esos 21 días debían recoger las impresiones por escrito y además someterse a un cuestionario, según una nota remitida por el grupo de investigación.
Las sensaciones que experimentaron las describen como de «incomodidad, ansiedad, inseguridad e incluso dependencia» aunque para algunos supuso una cierta liberación prescindir del dispositivo.
De las conclusiones se extrae que los estudiantes dedican cinco horas diarias a usar el teléfono y están especialmente volcados en las redes sociales, a las que dedican cuatro de horas. WhatsApp es la aplicación que les ‘roba’ la mayoría de su tiempo, seguida por Instagram y TikTok.
Esta última es el canal preferido por los jóvenes para informarse. Éste es otro de los aspectos fundamentales que abordaba la investigación, estudiar la credibilidad de las noticias que reciben por las redes sociales de ahí la necesidad de conocer su comportamiento ante el uso permanente del dispositivo.
Cuando recuperaron sus teléfonos la mayoría volvió al nivel de consumo habitual, cinco horas, a pesar de que el experimento sí les hizo darse cuenta del «enganche» que sufrían y «de que toda su vida está ligada a su dispositivo»: «Tenía necesidad de tener el móvil cerca; tenía ansiedad si estaba lejos; me tranquilizaba solo con tenerlo cerca», «he tenido más ansiedad que cuando intento dejar de fumar», «ver a todo el mundo con el móvil en el transporte público me creaba necesidad de usarlo».
Alejarse del teléfono móvil ha tenido, además, una repercusión positiva en el ámbito familiar para los jóvenes. Desconectar para conectar con los más cercanos. «El aislamiento era hasta entonces moneda común», aunque los comportamientos empezaron a cambiar tras esta experiencia que a muchos de ellos les ha marcado, subrayan los expertos que han realizado el estudio en un comunicado. «Cuando estoy en mi casa, después de cenar, me voy a mi cuarto a ver TikTok y al no tener móvil he hecho más vida en familia», dijeron.
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