viernes, marzo 14, 2025
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Retorna Hugh Jackman como Wolverine ¿Por el Legado o el Fan-Service?; por José Gabriel Velásquez Colina

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José Gabriel Velásquez Colina

Al recordar una película, muchas variables entran en consideración al momento de evaluarla. El elenco, la producción, la duración, la narrativa y la lista sigue, y en un punto se llega a un determinado elemento: El final.

Los finales son en muchas ocasiones la cúspide de emoción de una producción cinematográfica; ya sea como el clímax de la construcción de múltiples hechos, o como resultado de un giro sorprendente. Los films a veces suelen ser definidos enteramente por sus finales, lo que a su vez es un arma de doble filo, como muchos elementos del ámbito cinematográfico.

En la historia del cine existen múltiples ejemplos de films con grandes finales, como The Ussual Suspects/Los Sospechosos habituales (1995) de Bryan Singer, Se7en/Los Siete Pecados Capitales (1995) de David Fincher, y The Godfather/El Padrino (1972) de Francis Ford Coppola. En el medio de las producciones con grandes y  terribles finales, se encuentra una categoría polémica: las películas que desperdiciaron su final perfecto con una secuela o regreso inferior.

Los motivos que llevan a esta clase de escenarios son variados, sin embargo, las razones más comunes suelen ser o recaudar mucho dinero o la necesidad del realizador de dar un mejor final en sus ojos.  Lo cierto es que aunque existen ejemplos de comebacks que han valido la pena como Blade Runner 2049 (2017) de Denis Villeneuve, Top Gun Maverick (2022) de Joseph Kosinski, y Creed (2016) de Ryan Coogler; existen a su vez producciones que tras su final perfecto volvieron más adelante con películas que aunque no necesariamente de mala calidad, fueron incapaces de igualar su conclusión o narrativa con el cierre original, como el caso de la trilogía de secuelas de la saga Star Wars (2015-2019), Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull/Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008) de Steven Spielberg, y Toy Story 4 (2019) de Josh Cooley.

Recientemente, una de las noticias qué más furor ha provocado en el ámbito cinematográfico, especialmente en el género de superhéroes, fue el anuncio del regreso de Hugh Jackman en el papel de Wolverine para la tercera entrega de Deadpool en 2024. Sin muchos detalles al respecto, la trama de la cinta y los detalles del trato permanecen en secreto, quedando solo teorías. Para muchos, el regreso de Jackman es de las mejores noticias del año, para otros un hecho aborrecedor y en el caso de la población del medio, algo emocionantemente preocupante.

Con Deadpool 3, sería la primera vez que Jackman se coloca de nuevo las garras tras Logan (2017), su última cinta en el papel de Wolverine. Considerada por muchos especialistas, y por mi persona, como la película más cinematográfica que jamás haya producido Marvel. Logan significó el cierre de las historias de los personajes de Wolverine y Charles X Xavier (Patrick Stewart), quienes permanecieron de forma directa en la saga de los X-Men de Fox por 17 años.

Al final de la cinta, tanto Wolverine como el Profesor X, mueren en circunstancias desgarradoras, pero con la narrativa tan sólidamente construida hasta el punto en que las despedidas se sienten correctas y auténticas, una manera hermosa y sincera de cerrar una era en el género cinematográfico de superhéroes.

Con la denominada «Cuarta Fase» del MCU (Marvel Cinematographic Universe/Universo Cinematográfico de Marvel), Kevin Feige ha dado inicio a la era del multiverso en la franquicia. Producciones de la “Casa de las Ideas” como Loki (2021), Dr. Strange: In the Multiverse of Madness/Dr. Strange: En el Multiverso de la Locura (2022) de Sam Raimi, What If (2021) y Spiderman: No Way Home/Spiderman: Sin Camino a Casa (2022) de Jon Watts; han establecido que todo es posible y TODO es canom, incluso sin romper las continuidades de las franquicias de Fox y Sony previos a la compra y el trato con Disney, respectivamente.

Hasta los momentos se han dado los regresos de Tobey Maguire y Andrew Garfield en sus respectivos roles de Spiderman en No Way Home, así como el Daredevil de Charlie Cox. En la serie de Hawkeye, vimos el retorno de Vincent D’Onofrio como Kingpin; y finalmente, el regreso de Patrick Stewart como Charles X. Xavier en la secuela de Dr. Strange.

Como se mencionó anteriormente, retomar una historia o un personaje tras su cierre, puede ser algo que termine o muy bien, o muy mal, y ciertamente al analizar el regreso de Jackman como Wolverine, es válido manifestar preocupación en base al historial reciente del MCU.

Los regresos Maguire y Garfield como Spiderman fueron excelentes. Al terminar la película, lo que permanece en el espectador es un mejor cierre y un mejor performance de los personajes que lo visto al final de Spider Man 3 (2007) y The Amaizing Spiderman 2/El Sorprendente Hombre Araña 2 (2014). La construcción de No Way Home para dar un mejor cierre narrativo a los Spideys OG’s, es correcto, similar al retorno de Brandon Routh como Superman durante el evento de la Crisis de las Tierras Infinitas (2019) en el Arrowverse.

La cruda verdad es… que hasta ahí termina lo bueno. En los regresos, de Cox y D’Onofrio como Matt Murdock y Wilson Fisk en She Hulk y Hawkeye, respectivamente, se ha roto la esencia que sólidamente definía a los personajes en Daredevil (2015-2018). El caso del regreso del Profesor X en Multiverse of Madness, es un asunto curioso; si bien la interpretación de Stewart permanece magnífica y el abordaje de la narrativa por parte de Sam Raimi es alucinante, no deja de dar un sabor amargo de boca el hecho de que ya lo último que veremos de Stewart como Xavier no será la escena desgarradora, con un monólogo digno de Oscar, con la que le dijimos adiós en Logan; sino que ahora será el personaje siendo desnucado por Wanda Maximoff, en una escena genial, pero no a la altura del cierre anterior.

Tanto Jackman como Stewart, no son actores que estén actualmente en edad de repetir un mismo rol para múltiples secuelas, en el caso de Sir Patrick su avanzada edad, y en el caso de Jackman el físico, ya que aunque Hugh Jackman es, y siempre sera Wolverine, así como Anthony Hopkins siempre será Hannibal Lecter, existe un límite (impuesto por el innegociable padre tiempo) en el físico de Jackman para ser una representación fehaciente de Wolverine; de manera que así como The Multiverse of Madness es posiblemente la última vez que veremos a Sir Patrick Stewart como el Profesor X, Deadpool 3 podría ser con mucha seguridad la interpretación final de Hugh Jackman como Wolverine.

Gustos aparte, hay que aceptar ciertas realidades. Ni Jackman, ni Stewart, ni Cox, o ningún actor o actriz del mundo le debe nada a sus fans. Los intérpretes están en perfecta capacidad de decisión de hacer lo que deseen con sus carreras para bien o para mal. A pesar de todo, no se está hablando de algo de vida o muerte, sino de películas, específicamente del retorno de un personaje; sin embargo, es innegable el poder que tiene el cine de calar en el alma y los sentimientos del ser humano.

Para muchos, el Wolverine de Hugh Jackman es un conocido muy estimado al que se le conoció de forma espectacular en el año 2000, y después, tras 17 años se le dio la mejor despedida posible, por lo que aunque seria increíble poder verle otra vez, dejaría un sabor amargo que la segunda despedida sea peor que la primera.

Si este argumento te es difícil de comprender, imagina que Marvel trajera de vuelta Robert Downey J.R, como Tony Stark para despedirlo de una forma menos icónica de lo que fue su adiós en Avengers: Endgame. O que DC trajera de vuelta a Stephen Amell como Oliver Queen para posteriormente despedirlo de una manera menos épica…  Ciertamente, no se sentiría correcto.

Por mi parte, con todo e incertidumbre, me siento optimista. Si uno ha llegado a estos razonamientos, es cien por ciento seguro que Jackman lo ha hecho primero y los ha sopesado adecuadamente, por lo que si esta decisión ha pasado por el, tratándola con el debido respeto con el que siempre trató su papel de Wolverine, es por demás seguro que no estaremos decepcionados. Por otro lado, la dupla de Deadpool y Wolverine es una de las mejores en la historia de las novelas gráficas, por no decir de toda la ficción, por lo que si Deadpool 3 se mantiene bajo la visión de Ryan Reynolds, está casi garantizado que lo que nos darán será algo digno de la espera. Con todo y todo me mantengo escéptico de ver un adiós a Wolverine tan perfecto como el visto en Logan, sin embargo, el tiempo será el que dirá si habrá otro cierre digno para el icónico personaje, o tendremos otro agridulce comeback de Marvel.

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