El papa Francisco rezó este domingo por el Líbano «tan sufrido», por «Ucrania martirizada» y por «todos los pueblos que sufren en Oriente Medio», al término de su primera visita a Baréin, pequeño país musulmán del Golfo.
AFP
El pontífice argentino agradeció además a las autoridades por su acogida, durante un encuentro con el clero católico en la iglesia del Sagrado Corazón en la capital Manama.
El papa saludó a los fieles del Líbano presentes y dedicó una oración a ese «bien amado» país, «tan cansado y sufrido, y a todos los pueblos que sufren en Oriente Medio», según declaró Francisco en su último discurso público en Baréin, aludiendo a la grave crisis económica y social libanesa.
«Y tampoco quiero olvidarme de rezar y de decirles a ustedes que recen por la martirizada Ucrania, para que esa guerra termine», agregó.
El papa invitó además a los miembros de la Iglesia a promover el diálogo «con los hermanos de otras creencias y confesiones» en una «sociedad interreligiosa y multicultural».
«Sentimiento indescriptible»
«Es un sentimiento indescriptible. Estábamos muy cerca del papa en la iglesia», relató a la AFP Oualid Naoufal, un fiel libanés. «Sentí una gran paz interior», dijo, y elogió del pontífice «sus palabras tan intensas», en especial las relativas a Líbano.
Tras una visita de cuatro días, el papa de 85 años volvió este domingo a Roma, donde está prevista su llegada a las 16H30 (15H30 GMT). Durante el vuelo, dará su habitual rueda de prensa a los periodistas que lo acompañan en este viaje.
El sábado, Francisco se reunió con las autoridades y con responsables musulmanes, celebró una misa ante 30.000 personas congregadas en un estadio y se entrevistó en privado con el rey Hamad ben Issa Al-Jalifa.