Los anticonceptivos son uno de los métodos más seguros para prevenir embarazos no deseados, muchas mujeres lo utilizan como modo de protección, sin embargo estos generan una cantidad secuelas en el organismo de la mujer, uno de ellos los cambios de ánimo que inciden en su forma de sentir debido a sus componentes, explica la Dra. y ginecóloga Carmen Mantellini.
Con información de Caraota Digital
La mayoría de los anticonceptivos hormonales contienen dos tipos de hormonas, un estrógeno natural o sintético y un progestágeno, esto es similar a la progesterona que producimos cada vez que ovulamos; y todos los anticonceptivos hormonales contienen un progestágeno.
Durante el ciclo menstrual habitual, la progesterona secretada por el ovario va a tener un efecto en nuestro estado de ánimo. Muchas se sienten aliviadas, con mejor ánimo e incluso mejoran su sueño.
Al parecer estos efectos ocurren gracias a un metabolito llamado Alopregnanolona, que también es producido por el cerebro.
La Alopregnanolona ejerce un efecto contra la ansiedad, alivia la sensación de estrés y evita la depresión. Su efecto es tan directo que es el único medicamento aprobado en el tratamiento contra la depresión postparto, disminuyendo los días de hospitalización de la madre y permitiendo rápidamente su incorporación al cuidado de su bebé.
Los anticonceptivos hormonales, dependiendo del progestágeno que contienen, ejercen un efecto sobre las concentraciones de este metabolito a nivel cerebral, lo que puede traducirse, sobre todo en aquellas que los usan por más tiempo, en una alteración del ánimo, con mayor sensación de estrés, ansiedad e incluso depresión.