Con el esplendor de sus escuelas de samba, Río de Janeiro celebra el domingo 19 de febrero y el lunes su famoso carnaval, marcado este año por un mayor optimismo tras el cambio de gobierno y el fin de las restricciones de la pandemia.
France 24
Mientras cientos de «blocos» callejeros continúan animando desde la semana pasada las calles con sus comparsas carnavalescas, las «escolas» ultiman los detalles de sus suntuosos desfiles en el Sambódromo.
«Siempre damos lo mejor. No tenemos horarios, trabajamos de madrugada. Todo para hacer al público feliz», dijo a la AFP Rogerio Sampaio, uno de los numerosos miembros de la escuela Viradouro que pasaron los últimos meses confeccionando disfraces en los galpones de la Ciudad de la Samba, en el centro de Río.
La ciudad se entregará oficialmente a los brazos de la fiesta cuando el ‘Rey Momo’ reciba simbólicamente este viernes las llaves de la ciudad de parte del alcalde, Eduardo Paes, quien define el carnaval como «el mayor espectáculo en la Tierra».
La Liga Independiente de las Escuelas de Samba (LIESA) espera un público de 100.000 personas por noche en el Sambódromo, contando los más de 70.000 espectadores que caben en el recinto y los integrantes de las 12 escuelas.