El humorista venezolano, Wilmer Ramírez, confesó durante el programa Sábado en la noche lo difícil que fue abandonar Venezuela para buscar nuevas oportunidades tanto laborales como personales.
Reveló en una entrevista con Melissa Rausseo y Orlando Suárez que decidió irse del país y partir a Estados Unidos, donde desde el principio quiso seguir trabajando en los medios de comunicación, pero la situación no fue fácil, por lo que tuvo que trabajar en estaciones de servicio y sacando basura desde la madrugada.
El comediante dijo lo duro que fue tratar con la inseguridad que le generaba el estar trabajando en la bomba de gasolina, que además le decía a los clientes que la estación estaba dañada para evitar atenderlos en la madrugada.
Entre los cuestionamientos que mencionó fue haberse preguntado a modo de reflexión «¿Qué hago yo a acá? Si Dios me dio una bendición es para ejercerla»
Luego se dio cuenta que debía seguir el camino que le correspondía y así decidió seguir sus sueños, junto a sus esposa, comenzó en la radio y de allí se sumaron más presentaciones y eso lo ha hecho muy feliz y satisfecho. «No tenemos una vida de magnates, nos va bien», puntualizó