El colesterol son partículas de grasa que circulan por el organismo. Es producido por el hígado, aunque también se obtiene a través de algunos alimentos.
La Fundación Española del Corazón asegura que este lípido interviene en la formación de ácidos biliares, vitales para la digestión de las grasas; los rayos solares lo transforman en vitamina D para proteger la piel de agentes químicos y evitar la deshidratación y a partir del colesterol se forman ciertas hormonas, como las sexuales y las tiroideas.
En niveles normales, este tipo de grasa no ocasiona ninguna preocupación. Sin embargo, cuando sus niveles se elevan, generan riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares, esto debido a que cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento, evitando que la sangre fluya normalmente.
Sin embargo, el corazón no es el único órgano expuesto a enfrentar afectaciones por cuenta de los niveles elevados de colesterol. Esta sustancia en exceso también tiene incidencia en los ojos, generando complicaciones en la visión.
Los especialistas aseguran que hay casos en los que se puede dar un sutil deterioro en la percepción de los colores, pero otros en los que las personas experimentan una pérdida de visión parcial o total.
1. Pérdida de visión cromática
Un exceso de colesterol en la sangre puede producir fallos en la corteza cerebral que concentra la función visual y derivar en una pérdida progresiva de la capacidad para diferenciar los colores, precisa información de la Clínica Baviera, de España.
2. Xantomas y xantelasmas
Los xantomas son un signo característico de colesterol alto porque son depósitos de colesterol en la piel. Cuando aparecen alrededor de los ojos se habla de xantelasmas, unas manchas amarillas en los párpados. No son perjudiciales ni contagiosas, pero sí se consideran un problema estético.
3. Arco corneal
Información del portal Vista Láser, explica que el arco corneal también es conocido como arco senil porque suele aparecer a medida que las personas envejecen. Se trata de depósitos de colesterol en el estroma corneal que forman una circunferencia en la zona periférica de la córnea. Lo habitual es que tengan un color amarillo blanquecino o grisáceo.
El ojo tiene tejidos muy vascularizados, como por ejemplo la retina, un elemento esencial para la visión. La acumulación de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos puede reducir la oxigenación de dichos tejidos e incluso el bloqueo del flujo de la sangre.
Los expertos aseguran que tener el colesterol alto puede dar lugar a bloqueos arteriales que causan pérdida temporal de visión. “Esta oclusión venosa también es conocida como amaurosis fugaz. En el peor de los casos, puede llegar a producirse una oclusión de la arteria central de la retina. En tales circunstancias es posible que el paciente enfrente una pérdida total de la visión”, aseguran especialistas de Vista Láser.
¿Cómo prevenir el colesterol?
Para evitar la acumulación de colesterol en la sangre es imprescindible llevar una vida saludable basada en tres pilares básicos, de acuerdo con los expertos de la Clínica Baviera:
- Alimentación equilibrada.
- Ejercicio físico adaptado a las posibilidades de cada persona.
- Ausencia de hábitos tóxicos.
Otro aspecto fundamental es el control periódico mediante los análisis de sangre correspondientes, ya que de esta forma es posible detectar los valores anormales de colesterol antes que deriven en patologías importantes, ya sean de la vista o de otros órganos.