La historia de Paris Mayo, una joven inglesa de 15 años, ha conmocionado a todos por el trágico desenlace que tuvo su embarazo adolescente.
La Provincia
Paris Mayo, enfrentando un embarazo oculto, dio a luz en su hogar sin que sus padres estuvieran al tanto de la situación. La situación se complicó debido a que el padre de Mayo estaba enfermo y requería atención constante en la planta superior de la casa. Esta circunstancia hizo que su madre se mantuviera cerca de él en todo momento, sin percatarse de lo que sucedía.
La joven, enfrentando sentimientos de pánico y shock tras el nacimiento, tomó una decisión terrible y causó daño físico a su hijo. Lamentablemente, incluso después de percatarse de que el bebé seguía con vida, tomó medidas extremas y asfixió al recién nacido introduciéndole bolas de algodón en la boca. Su hermano, George, ajeno a la tragedia, recibió instrucciones de Paris de no entrar a la sala de estar y de sacar una bolsa de basura de la casa al día siguiente, sin sospechar el horror que ocultaba.
La madre de Paris hizo un descubrimiento desgarrador al revisar la bolsa y encontrarse con el bebé fallecido. Llenándose de histeria, llamó a los servicios de emergencia, pero lamentablemente ya era demasiado tarde para salvar al pequeño. En medio de la confusión y el dolor, la madre cuestionó por qué Paris no le había confiado el suceso y expresó su pesar por la trágica pérdida. Ante los sanitarios, afirmó desconocer el embarazo y argumentó que el bebé «se le había caído» al dar a luz.
La autopsia del niño confirmó que el bebé había muerto por asfixia después de que un trozo de algodón bloqueara su esófago. Paris ahora tiene 19 años ha negado rotundamente haber asesinado al bebé. En el juicio por este caso, que se está desarrollando y que se espera que dure unas seis semanas, Paris aseguró saber quién era el padre de su bebé, añadiendo que no quería hacerlo responsable por lo que no cuadra con sus primeras declaraciones.