Es más, una persona tiene un riesgo más alto de sufrir hipertensión arterial si es afroamericano, es obeso, con frecuencia está estresado o ansioso, toma demasiado alcohol (más de un trago al día para las mujeres y más de dos al día para los hombres), consume demasiada sal, tiene un antecedente familiar de hipertensión arterial, tiene diabetes o si fuma.
Por ello, es importante controlar los niveles de presión arterial, y si se llega a padecer esta afección, hay que controlarla. De hecho, una forma de hacerlo es por medio de la alimentación, y el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que los alimentos que deben ser evitados en la dieta para hipertensos son:
- Carnes ricas en grasas y embutidos, como cortes grasos de carnes rojas, jamón, chorizo, salchicha, mortadela, salami o panceta.
- Alimentos en conserva y enlatados, como atún, aceitunas, arvejas, palmitos, pepinillos y sardinas.
- Salsas y aderezos, como ketchup, mayonesa, mostaza o salsa de soja.
- Alimentos ricos en grasas, como pizzas, hamburguesas, pasteles, tortas y frituras en general.
- Bebidas alcohólicas, como cerveza o vino.
- Alimentos ricos en azúcar, como gaseosas, jugos artificiales, golosinas y tortas.
- Carnes deshidratadas o carnes secas, como el bacalao.
Por su parte, los alimentos que deben ser priorizados en la dieta para hipertensos son:
- Lácteos descremados y sin azúcar, como leche y yogur descremados y algunos quesos bajos en grasas, como la ricota, cottage o queso blanco.
- Frutas frescas, preferentemente naturales, como uva, mandarina, aguacate, fresas, frambuesas, sandía, banana, naranja, manzana, kiwi y pera.
- Cereales integrales, como arroz integral, fideos integrales, pan integral, quinoa y avena.
- Vegetales, como calabaza, pepino, tomate, cebolla, ajo, pimiento, batata o boniato, papa, rúcula, brócolis, berro, repollo, coles, lechuga y achicoria.
- Legumbres, como frijoles, garbanzos, lentejas, lupinos o habas.
- Proteínas bajas en grasas, como tofu, pescado, pollo, pavo y huevo.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud.
Con información de Semana