Una dieta alimenticia poco saludable y la práctica del sedentarismo termina deteriorando varios órganos del cuerpo humano con el paso del tiempo. Uno de los que más se ve afectado es el corazón, el cual se encarga de bombear sangre a todo el organismo a través de los vasos sanguíneos.
Las afecciones que más suelen afectar al órgano vital son la presión arterial alta o hipertensión y el colesterol alto o ateroesclerosis. Estos trastornos que deterioran la salud cardiovascular no presentan síntomas, por lo que los análisis son la única alternativa para conocer el estado de los niveles de los indicadores en cuestión.
“La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término médico que se utiliza para describir la presión arterial alta. Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud”, explica MedlinePlus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“Las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg). Uno o ambos números pueden ser demasiado altos”, agrega la entidad.
Por su parte, el colesterol es una sustancia cerosa, muy parecida a la grasa, que el cuerpo necesita para producir vitamina D, algunas hormonas en especial y sustancias que ayudan a la digestión de los alimentos. Aunque el organismo genera todo el lípido que necesita, este se obtiene por medio de la dieta alimenticia.
Así como la presión arterial, los niveles altos de colesterol en la sangre aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, esto se debe a que esta grasa estrecha, bloquea y endurece las arterias (ateroesclerosis), lo cual impide el correcto flujo de sangre al corazón.
Son muchos los remedios los que las personas utilizan para mantener controlados los niveles de la presión arterial y el colesterol en la sangre. Precisamente, una de las grandes alternativas para lograr este objetivo es consumir de forma regular un alimento tan saludable como lo es la avena.
“El consumo de avena puede ayudar a controlar los niveles de presión sanguínea, ya que, esta contiene una gran cantidad de fibra, la cual reduce sensiblemente los niveles del llamado colesterol malo, que tiene una gran incidencia en la elevación de la presión. Así lo ha puesto de manifiesto una nueva revisión de cinco ensayos de investigación que analizó el impacto de la avena en 400 adultos sanos”, reseña el sitio web El Confidencial.
La avena se puede consumir perfectamente en la mañana para el desayuno o en la noche para la cena. Es de vital importancia que se prepare y se ingiera sin azúcar ni edulcorantes artificiales, pues estas sustancias echan a perder los beneficios del alimento.
Más beneficios de la avena
1. Alimenta las bacterias buenas de los intestinos. “La avena es rica en una fibra soluble llamada betaglucano, que es fermentable. Eso hace que tenga un efecto prebiótico en el intestino, es decir, que alimente las bacterias beneficiosas que componen la microbiota y favorezca su crecimiento, viabilidad y permanencia en los intestinos”, afirma el portal Cuerpo Mente.
2. Controla la glucosa en la sangre. Los betaglucanos de este alimento también tienen la capacidad de reducir la glucosa en la sangre, aspecto esencial para prevenir la diabetes.
3. Previene el cáncer. Diferentes investigaciones han evidenciado que un cereal como la avena también es ideal para reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como, por ejemplo, el de mama y el de próstata.
4. Aumenta la masa muscular. La avena también es un alimento que puede reemplazar la proteína comercial, por lo que es esencial para las personas que realizan ejercicio regularmente.
Con información de Semana
