viernes, marzo 14, 2025
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Rosario Velasco Vivas: “El Botiquín del Teatro Municipal”; por Marbella Díaz Wever

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PORTEÑIDAD DE ANTAÑO [ 1 ]


Marbella Díaz Wever

Corrían de prisa los días del año 1919.

La decisión de los tres hermanos Velasco-Vivas había sido tomada.

Rosario, el mayor, junto a su hermano Ildefonso y la hermana Hilda María, habían avizorado una tierra firme fértil para echar raíces en la costa carabobeña del país, comenzando a preparar sus maletas con correas de cuero rumbo a Puerto Cabello.

En el hogar materno de San Antonio del Táchira quedaron sus padres: Salvador Velasco y María del Carmen ‘Carmela’ Vivas de Velasco en compañía de sus hijos: Sabina y Luís, ya que Eloína se trasladó a la capital con sus pequeños, Miguel y Carmen, quienes se residenciaron en el Guarataro, cerca de la ave. San Martín, justo por donde pasaba el ferrocarril.

Los hijos de Salvador y Carmela nacieron en Villa del Rosario cerca de Cúcuta (Departamento Norte de Santander), por un tiempo la familia vivió en el hermano país, pero los hijos fueron presentados en Táchira al radicarse en la frontera venezolana.

¿Qué motivó a Rosario, Ildefonso e Hilda elegir como destino final Puerto Cabello en plena época gomecista?, aún se desconoce la interrogante, pero quizás el entusiasmo de algún familiar, amigo o los designios marcados por el destino.

Rosario Velasco Vivas (Pto. Cabello, 1922)

«Para el año 1919, los habitantes de Puerto Cabello sufrieron los latigazos de una gran epidemia “ la gripe española”, procedente de España, la cual enlutó a muchas familias sin distingo de credo, raza o clase social. Los terrenos de la sabana de Santa Lucía fueron testigos donde se sepultaron los cadáveres. La sanidad puso a su disposición a un cochero que le llamaban “Caraotica”, quien transportó los cuerpos hasta su última morada en una carreta tirada por una mula, cobrando un bolívar. De este personaje nunca se supo su nombre pero sí de su excesivo consumo de alcohol y tabaco». [*]

El entorno porteño comenzaba a sanearse tras los rastros de la peste que había abatido a la población.

En camino venían tres jóvenes hermanos recorriendo las carreteras del país, un viaje que parecía interminable dada la precariedad de las vías terrestres.

Cuentan como testimonio anecdótico hereditario que al bajar rumbo a Puerto Cabello el camino se transformó en pintoresco por la cantidad de árboles, el río de aguas calientes de las Trincheras, las montañas entrelazadas, el poblado de El Cambur, unas pocas casas en Taborda y el oleaje en El Palito.

Rosario Velasco Vivas nació en Villa del Rosario (Colombia), el 10 de febrero de 1887, gozando de doble nacionalidad.

Arribó a Puerto Cabello en 1919, residenciándose en una pequeña casa entre la calle Guevara c/c Bermúdez.

Los hermanos Velasco-Vivas comenzaron a laborar en el área comercial, mientras Hilda María se dedicó a apoyar a sus hermanos haciendo los oficios del hogar.

Entre el el año 1927-1928, Rosario conoce a María Luisa Rodríguez, porteña, quien vivía en la calle Municipio junto a sus padres, pues sus hermanos: Francisca (vivía en la calle Mariño), María Teresa de Maduro (vivía en la calle Puerto Cabello, casada con Nicolás Maduro), Juan (vivía en Borburata) y Nerea (se radicó en Caracas).

María Luisa Rodríguez de Velasco, esposa de Rosario Velasco.

Al poco tiempo, Rosario y María Luisa contrajeron nupcias en el altar de la Iglesia San José; se mudaron a la calle Ricaurte porque Rosario había comprado dos terrenos, uno para su hermano Ildefonso y otro donde construyó su casa, el hogar donde nacieron todos sus hijos: Humberto +, José Rosario +, Luís Alfredo +, Luisa Teresa, Fidel Alberto y Gladys Cristina.

AMISTADES PORTEÑAS

Rosario Velasco fue un hombre dedicado a la familia, al trabajo, a velar por sus padres que habían quedado en Táchira, por el apoyo a sus hermanos pero sobre todo por la ayuda al más necesitado.

En Puerto Cabello se dio a conocer por sus valores y principios, por la amistad sincera que profesaba a sus amigos con quienes tuvo el privilegio y la fortuna de mantener estrechos lazos de amistad: el Dr. Espinoza, Leopoldo Andrade, Henrique Avril, Juan Maximiliano ‘Juancho’ Senior, Carlos Brandt, Augusto Brandt y la Flia. Scovino.

TIPOGRAFÍA AMÉRICA

Rosario Velasco puso en marcha en la calle Comercio cerca de la plaza Bolívar, la Tipografía América, donde se imprimían los trabajos de las casas de aduaneras de la época, litografías, documentos del gobierno, el Semanario Tribuna Popular y el Correo del Orinoco.

Las hermanas Luisa y Gladys Velasco Rodríguez.

Posteriormente su hijo Humberto y Fidel se hicieron cargo de la Tipografía, siendo ésta mudada frente a la Iglesia El Rosario debido a la ampliación de la ave. Bolívar y de la plaza.

BOTIQUÍN DEL TEATRO MUNICIPAL

Narra Gladys C. Velasco, la menor de los hijos:

“Mi papá fue socio del cine Salom y en el año 1940 fundó un pequeño negocio al lado del Teatro Municipal al que llamó Botiquín del Teatro o Botiquín de Rosario Velasco, era una Fuente de Soda donde se vendían los helados en sorbeteras de acero inoxidable, bocadillos de arroz con piña, bocadillos de mantecado con chocolate, ponche con ron, jugos de frutas y chucherías; los helados y dulces eran elaborados por la tía Francisca con la ayuda de una doméstica; las tres puertas principales del negocio daban a la calle Girardot y se comunicaba internamente con el cine del Teatro”. “Mi hermano Luís Alfredo y mi primo Gonzalo Wever Velasco vendían los dulces para los asistentes del cine del Teatro” -apuntó.

LA FAMILIA, UNA CONEXIÓN PERDURABLE

María Luisa Rodríguez de Velasco nació en Puerto Cabello el 25 de septiembre de 1909, mujer dedicada al hogar y a la costura solo para la familia. Algunos vestidos de novia llevaron las puntadas de esta abnegada mujer serena, quien convivió muchos años de su vida junto a sus hermanas María Teresa y Francisca (amante de la cocina y de los animales). María Luisa cerró sus ojos en Puerto Cabello, el 20 de abril de 1988.

Los primos César Velasco Wever, Gonzalo Wever Velasco y los hermanos José Rosario y Fidel Alberto Velasco Rodríguez (San Esteban Pueblo)

Entre los muchos recuerdos que Gladys atesora de sus hermanos, comenta:

“Mi hermano Humberto estudió primaria en el colegio La Salle y se fue a Caracas con la intención de proseguir sus estudios, sin embargo, tuvo que regresar al puerto para asumir la responsabilidad de la Tipografía”.

“Por intermedio de su amigo Henry Brandt conoce a su futura esposa, Jackeline Couget [90 años], quien llegó a la ciudad en barco junto a muchos inmigrantes procedente de Francia en compañía de sus padres tras la oleada de la guerra; engendraron tres hijas: Rebeca, Raquel y Romy”.

“Humberto fue un hombre fanático de las melodías de Billo Frómeta y en muchas ocasiones intermediaba para que contrataran la orquesta y se presentara en el Club Recreo, fue un gran jugador de béisbol y se iba con los amigos a jugar en Los Dos Caminos cerca de Borburata”.

Humberto Velasco y Jackeline Couget de Valasco (el día de su boda en Puerto Cabello)

“Mi hermano José Rosario, estudió primaria en el colegio La Salle, trabajó en el Seguro Social y en el departamento de estadística de la Aduana Vieja; tenia un jeep descapotable y en las días de Carnaval, Semana Santa o feriados nos íbamos a Patanemo invitando a nuestra prima Hella Flor Wever Velasco y algunos primos Velasco; fue un amante de la cacería y siempre lo acompañaban los Hnos. Liborius y en otras ocasiones el Dr. Pérez Gutiérrez”.

“Mi hermano Luís Alfredo, estudió primaria en el colegio La Salle, prestó servicios voluntarios en el ejército, trabajó en el área administrativa del Hospital Dr. Adolfo Prince Lara, fue auditor de INSALUD (Valencia) y auditor de la Firestone (Valencia), era amante de la pesca; se casó con Laura Gacharná [84 años], oriunda de Colombia, cuya madre Carlina de Gacharná trabajó como enfermera en el Seguro Social de Puerto Cabello, engendraron nueve hijos”.

“Mi hermana Luisa Teresa [88 años], estudió en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, posteriormente trabajó en el Registro porteño como escribiente, en la Medicatura Forense junto al Dr. Luís A. Vargas y el Dr. Jesús Díaz N., y fue secretaria por muchos años del liceo nocturno Bartolomé Salom”.

“Mi hermano Fidel Alberto [85 años], estudió primaria en el colegio La Salle, trabajó en los Servicios Portuarios y en la Tipografía América, engendró dos hijos”.

A sus 83 años, Gladys Velasco, la menor de los hijos, estudió en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, vivió en Caracas con su tía Hilda María por un largo tiempo y al regresar a Puerto Cabello culmina la secundaria en el liceo nocturno Bartolomé Salom; trabajó en la empresa Nestlé y con el consorcio japonés Paraconi C.I.T.O.H (quienes construyeron los muelles 1, 2 y 3 de los Portuarios), también trabajó en Taurel C.A y finalmente se dedicó al comercio, instalando una lunchería en el Centro Médico donde los pasteles más vendidos eran los de calamares y huevas de pescado, posteriormente fue socia de la Tasca El Fogón, llevó la batuta al frente de la cantina del colegio La Salle durante 14 años y del pequeño negocio Mr. Pastel frente a la clínica San José.

Luís Alfredo Velasco Rodríguez

La porteñidad de antaño es mucho más que admirarla en imágenes o extrañarla al escuchar su himno; es darle armonía a la narrativa, cuentos y anécdotas de tantos personajes que dejaron una estela en este paisaje marinero, donde el salitre carcome los botes y lanchas que pernoctan ancladas en el punto azul del Malecón.

Es revivir el pasado y sentir que ellos, los protagonistas, vuelven por un momento al presente, nos imprimen con su fragancia y estrechan un cálido abrazo bajo los árboles de alguna calle de Puente Dentro.

Rosario Velasco Vivas, vio cristalizado sus sueños y después de tanto andar, fallece en Puerto Cabello, el 05 de febrero de 1944, tras una lamentable enfermedad.

“Al final, uno vuelve siempre a los recuerdos como un ave que busca aquel nido que le ha arrebatado la tormenta”. (Ann Everestt).

/MDW

AGRADECIMIENTO:

A Luisa, Fidel y Gladys Velasco por rememorar una parte de la vida de su padre, algún día se revelará el resto desde un lugar sagrado.

[*] Fuente: Miguel Elías Dao. Puerto Cabello, Pinceladas históricas.


 

Marbella Díaz Wever

Licda. Educación/Orientadora

Locutora UCV – Articulista Opinión

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