El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, estuvo aproximadamente un mes sin saber que el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, tiene cáncer pese a que éste fue operado en diciembre y llegó a estar en cuidados intensivos, lo que ha desatado una gran polémica en el país.
Con información de agencias
Un ocultamiento que pone en aprietos a Biden en un año electoral en el que ya tiene que lidiar con crisis exteriores graves como las de Israel y Ucrania.
Como secretario de Defensa, Austin, de 70 años, supervisa personalmente los despliegues militares para intentar contener las consecuencias de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás que ha desencadenado ataques a las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria y a buques internacionales en el mar Rojo.
El Pentágono se resistió durante días a dar detalles hasta que este martes publicó un informe sobre los problemas de salud de su jefe, un cambio de táctica que según la Casa Blanca llega demasiado tarde.
El cáncer de próstata de Austin fue detectado como resultado de una revisión rutinaria a principios de diciembre, señalaron dos médicos del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.
El 22 de diciembre se sometió a una cirugía y recibió el alta al día siguiente, pero tuvo que ingresar de nuevo en el hospital el 1 de enero debido a complicaciones “que incluían náuseas con fuertes dolores abdominales, de cadera y de pierna”, añadieron.
“La evaluación inicial reveló una infección del tracto urinario” pero los médicos detectaron “acumulaciones de líquido abdominal que afectaban al funcionamiento del intestino delgado” tras trasladarlo a cuidados intensivos el 2 de enero.