Millones de personas en el mundo sufren o han sufrido alguna vez de gastritis, una enfermedad más común de lo que se piensa. Consiste en la inflamación del revestimiento del estómago protegiéndolo de la acidez de los jugos gástricos y aunque estos casos lo veamos frecuentemente, muchas personas no ven a tiempo las señales de alarma.
Asimismo, la barrera mucosa que protege la pared del estómago puede hacerse débil o lesionarse por diferentes causas y permitir que los jugos digestivos dañen o inflamen el revestimiento de este órgano.
Es posible que esta enfermedad aparezca repentinamente o se convierta en un problema crónico. Lo que, según Mayo Clinic, podría generar úlceras y representar un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago. Sin embargo, puede mejorar con tratamiento, reseñó El Nacional.
Entre los signos comunes de las gastritis está el dolor o ardor punzante en la parte superior del abdomen. Acá también se puede presentar una sensación de saciedad luego de comer, náuseas y vómitos. No obstante, hay personas que la sufren y no presentan síntomas.
La gastritis puede ser causada por diferentes factores. Entre los más comunes está el uso frecuente de algunos medicamentos denominados antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno y naproxeno. Así como el consumo excesivo de alcohol y la infección bacteriana por Helicobacter pylori.
También existen otras causas menos comunes de la gastritis como la edad avanzada. Pues con el paso de los años, el revestimiento del estómago se vuelve más fino. Por lo que tiene más probabilidades de adquirir una infección por Helicobacter pylori, el estrés, los tratamientos oncológicos, trastornos autoinmunitarios, entre otras.
Señales de alarma
Los episodios de gastritis suelen durar unas horas y no requerir atención médica. Pero hay varios signos que podrían indicarle que debe consultar a un especialista o acudir a urgencias.
Si sus síntomas de irritación e indigestión duran una semana o más, el dolor es intenso, tiene vómitos y no retiene los alimentos, se siente aturdido o mareado, vomita sangre o las heces tienen sangre o son de color negro, busque atención médica.