domingo, junio 15, 2025
- Advertisement -spot_imgspot_img

Conoce los testimonios de mujeres que pasaron por procesos no exitosos de fecundación in vitro

- Advertisement -spot_imgspot_img

La reciente entrevista de la actriz estadounidense Jennifer Aniston, en donde habló sobre su lucha con los tratamientos de fecundación in vitro y su deseo de ser madre, dio voz a cientos de personas que están pasando o han transitado por los arduos procesos de fertilidad que terminaron sin éxito.

La fecundación in vitro, o FIV, es un método de reproducción asistida que consiste en extraer óvulos de los ovarios y fertilizarlos fuera del cuerpo. Los embriones resultantes generalmente se colocan en el útero de una mujer con la esperanza de que estimulen un embarazo.

El trámite no es barato. Cada ciclo puede costar entre US$ 12.000 y US$ 17.000, según una estimación, aunque en algunos lugares está cubierto por un seguro.

CNN habló con cuatro mujeres que intentaron la FIV sin éxito. Describieron los meses de inyecciones diarias, ultrasonidos y análisis de laboratorio. Hablaron de largas esperas, de esperanzas y decepciones. De tensiones financieras y preguntas dolorosas de sus seres queridos y de extraños sobre por qué no tenían hijos.

Aquí están sus historias.

Se sumió en el duelo tras renunciar a su deseo de tener un hijo

Katy Seppi luchó contra la infertilidad durante cuatro años. En abril de 2017, recurrió a la FIV.

Escogió nombres para bebés y un centro de maternidad. Tenía una habitación lista para el bebé en su casa en Salt Lake City. Pero después de un ciclo de FIV, sus embriones resultaron no ser viables.

El proceso empeoró sus fibromas (crecimientos no cancerosos en el útero) y su endometriosis, una condición en la que el revestimiento del útero crece fuera de él. Seppi decidió no continuar con un segundo ciclo después de que su endocrinólogo reproductivo le advirtiera que probablemente conduciría a un resultado similar al primero, relata.

Para Seppi, los calendarios de ovulación detallados, los intentos obsesivos para concebir y la desesperación que venía con las pruebas de embarazo negativas se volvieron insoportables. Después de sopesar todas sus preocupaciones sobre su salud reproductiva, decidió poner fin a su proceso de maternidad y someterse a una histerectomía en 2017, una decisión que inicialmente la sumió en un duelo que describió como total.

“Soy una de las pocas afortunadas que tenía cobertura de FIV a través de mi empleador, por lo que no fue un sacrificio financiero para mí”, dice. “Pero decidí abandonarlo para proteger mi salud física, emocional y mental. Mi corazón se rompía todos los meses cuando me llegaba la regla y no sabía cuánto más podría aguantar”.

Empezó a ver a un terapeuta que le dijo que estaba bien que se pusiera a sí misma en primer lugar y la ayudó a procesar lo que significaba para su futuro no tener un bebé.

“Pasé toda mi vida soñando con la maternidad… Me quedé en mi trabajo para tener licencia por maternidad; había dejado espacio en mi vida para un bebé”, dice. “A través de la terapia, el trabajo de duelo y la conexión con otros sin hijos de mi comunidad, lentamente comencé a crear una nueva visión para mi vida. Me elegí a mí misma y a mi bienestar por encima de aferrarme a la esperanza de un bebé”.

Durante su proceso de fertilidad, Seppi dice que no pudo encontrar muchos recursos para las personas que no pueden tener hijos. Ella volcó su energía en tratar de cambiar eso. Abrió un blog y una cuenta de Instagram dedicada a las personas sin hijos y poco a poco empezó a conectarse con ellos.

También fundó Chasing Creation, una comunidad en línea de personas que enfrentan desafíos similares y que ahora organiza una cumbre en línea por año.

Lea la nota completa en el portal web CNN

- Advertisement -spot_imgspot_img
Recientes
- Advertisement -spot_img