Para tener un cabello sano, es importante seguir una rutina capilar que contribuya a ello. Uno de los aspectos clave para lograrlo es el lavado.
Algunas personas tienen la costumbre de lavar su cabello solo una vez a la semana, ya que consideran que no luce sucio. Sin embargo, esto requiere precaución, ya que el hecho de que el cabello no parezca sucio o grasoso en su apariencia externa no quiere decir que esté limpio.
Con el paso de los días, el cabello acumula suciedad proveniente de la polución, la contaminación de los vehículos y las calles, entre otros. Por esta razón, la estilista Rosi Fernández le ha dicho a la Revista Vogue que “no es recomendable pasar más de una semana sin lavar el cabello, ya que esto obstruye los folículos y no permite que se oxigenen”.
La recomendación de la experta es lavar el cabello al menos dos veces por semana para eliminar los residuos acumulados. Aunque no hay una regla general, ya que cada tipo de cabello es diferente, esta es una recomendación que se debe tener en cuenta.
“Cuando se lava el cabello menos de dos veces a la semana, los folículos se obstruyen y esto puede causar problemas como descamación del cuero cabelludo, picazón, sensibilidad, caspa e incluso caída del cabello. Estas pequeñas partículas invisibles a simple vista que se acumulan en el cuero cabelludo impiden una buena oxigenación, por lo que se recomienda lavar el cabello con más frecuencia, incluso en cabellos gruesos y secos que aparentemente no necesitan lavarse tan seguido”, señala Vogue.
Es importante consultar a un dermatólogo si se presenta alguna afección en el cabello, como caspa o caída del cabello, ya que esto puede variar la rutina capilar necesaria.
Temperatura del agua al lavar el cabello
Al ducharse, es importante tener cuidado con la temperatura del agua para lavar el cabello. Se recomienda utilizar agua fría o tibia, ya que el agua demasiado caliente puede tener efectos negativos en la salud del cabello.
Los expertos de Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, educación e investigación, insisten en tener precaución con la temperatura del agua al lavar el rostro y al bañarse. “El agua caliente y los baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel. Limita la duración del baño o la ducha y utiliza agua tibia en lugar de agua caliente”, recomiendan.
El agua a temperaturas elevadas puede provocar sequedad en la piel y otras afecciones.
Caspa
La caspa es una descamación de la piel que puede causar picazón en la parte superior de la cabeza. Esta afección suele indicar la presencia de dermatitis seborreica, una irritación cutánea.
La caspa es más común en los hombres. Según Medline Plus, un sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, también puede presentarse en los bebés como un tipo de dermatitis seborreica que generalmente desaparece por sí sola después de unos meses. Lavar el cabello del bebé todos los días con un champú suave y masajear suavemente el cuero cabelludo con los dedos o un cepillo suave puede ser útil. En casos más severos, se puede recetar un champú o crema por parte del médico.
Existen dos tipos de caspa. Según explica El País, el tipo de caspa depende de su causa. Puede ser seca, siendo blanquecina, fina y pequeña, o grasa, que es amarillenta, más gruesa y pegajosa, lo que hace que se adhiera más al cuero cabelludo. El segundo tipo de caspa puede causar pérdida de cabello, pero si se trata a tiempo, esta caída puede revertirse.
Con información de Semana