En la adolescencia, el sentimiento de desinhibición es adictivo, incluso para aquellos adultos que se refugian en el alcohol con la intención de olvidar sus problemas o por otro lado quienes encuentran en él una forma divertida de pasar el rato
Pero, el consumo de licor en exceso puede traer consecuencias para la salud. Esto se intensifica cuando las personas incurren en el llamado binge drinking o en los atracones de alcohol.
En general, se considera que dicha práctica puede afectar en el corto, mediano y largo plazo, desde el punto de vista físico y mental. Adicionalmente, se altera el sistema nervioso y se produce tanto un efecto inhibitorio como una falta de coordinación, lo que incrementa las conductas riesgosas y las probabilidades de sufrir lesiones y accidentes, reseñó Mejor con Salud.
“Binge drinking” o atracones de alcohol: ¿Qué significan?
Podría pensarse que los problemas relacionados con el alcoholismo son más bien propios de las personas que beben habitualmente. Sin embargo, el trastorno no radica solo en la frecuencia, sino también en cuánto se llega a ingerir en una ocasión.
En este sentido, el binge drinking o los atracones de alcohol constituyen una práctica que consiste en consumir grandes cantidades de alcohol en un periodo corto de tiempo. El término binge se usa, en inglés, para referirse a las actividades que se hacen de manera extrema.
Consecuencias de los atracones de alcohol
El binge drinking o los atracones de alcohol pueden ser muy peligrosos a corto y a largo plazo, tanto para la persona como para quienes están a su alrededor. Veamos sus consecuencias.
Efectos a corto plazo
Al beber de esta manera, además de sentir mareos y vomitar, también la persona puede sufrir desvanecimientos. Y al día siguiente, por supuesto, tendrá todos los síntomas de la resaca, pero mucho más fuertes.
Agresiones y conductas delictivas
El alcohol nos desinhibe. Si el consumo es excesivo, podemos fácilmente “perder la cabeza”, incurriendo en conductas riesgosas. Por ejemplo, exhibicionismo, sexo sin protección o con personas desconocidas. Asimismo, aumentan las posibilidades de agredir a alguien, cometer delitos y maltratos.
Mayor riesgo de accidentes
Bajo los efectos del alcohol perdemos la coordinación; nuestros miembros no responden o no obedecen al cerebro. Así, hay mayor riesgo de traumatismos.
También se pueden sufrir o causar accidentes automovilísticos. Según las investigaciones, las probabilidades de morir por accidente de tránsito es unas 13 veces mayor cuando hay una alta concentración de alcohol en sangre.
Paro respiratorio
En determinados casos, es posible que la persona sienta náuseas. Pero por la posición, no llegará a expulsar el contenido del estómago. Luego, el vómito podría obstaculizar las vías respiratorias, produciendo un paro y muerte cerebral.
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