La inflamación siempre se ha asociado con el dolor proveniente de una lesión o de diversas enfermedades, pues la razón de ello es que es una respuesta inmunitaria del cuerpo que ocurre en estos casos. Sin embargo, la preocupación se hace eco cuando esta reacción es notoriamente exagerada o con una larga duración.
Durante una conversación con BBC, dos inmunólogos, Prakash Nagarkatti y Mitzi Nagarkatti que estudian cómo reacciona el sistema inmunológico en las infecciones, con las vacunas y las enfermedades autoinmunes, en las que el cuerpo comienza a atacarse a sí mismo, explicaron un poco más sobre estas reacciones que exceden su normalidad.
Con información de BBC
¿Qué es la inflamación?
En general, el término inflamación se refiere a todas las actividades del sistema inmunitario que ocurren cuando el cuerpo intenta combatir infecciones reales o potenciales, eliminar moléculas tóxicas o recuperarse de una lesión física.
Hay cinco signos físicos clásicos de inflamación aguda: calor, dolor, enrojecimiento, hinchazón y pérdida de función. Es posible que la inflamación de bajo grado ni siquiera produzca síntomas perceptibles, pero el proceso celular subyacente es el mismo.
Tomemos el caso de una picadura de abeja, por ejemplo. El sistema inmunológico es como una unidad militar con una amplia gama de herramientas en su arsenal. Después de detectar las toxinas, las bacterias y el daño físico de la picadura, el sistema inmunitario despliega varios tipos de células inmunitarias en el sitio de la picadura.
Estas incluyen células T, células B, macrófagos y neutrófilos, entre otras células.
Las células B producen anticuerpos. Esos anticuerpos pueden matar cualquier bacteria en la herida y neutralizar las toxinas de la picadura. Los macrófagos y los neutrófilos engullen las bacterias y las destruyen. Las células T no producen anticuerpos, pero matan cualquier célula infectada por un virus para evitar la propagación viral.
Además, estas células inmunitarias producen cientos de tipos de moléculas llamadas citoquinas, también conocidas como mediadores, que ayudan a combatir las amenazas y reparar el daño al cuerpo. Pero al igual que en un ataque militar, la inflamación viene con daños colaterales.
Los mediadores que ayudan a matar las bacterias también matan algunas células sanas. Otras moléculas mediadoras similares provocan fugas en los vasos sanguíneos, lo que provoca la acumulación de líquido y la entrada de más células inmunitarias.