En Estados Unidos, una pareja decidió ahogar a su bebé recién nacida en la bañera, debido a los llantos de la neonata y la posibilidad de que encontraran metanfetaminas en su sangre.
Con información de Caraota Digital
Las autoridades identificaron a los implicados como Brandon Thomas, de 31 años, y su pareja Taylor Blaha, de 24, quienes decidieron tener a la niña en la bañera de su casa ubicada en Iowa. De manera que, este trágico hecho tiene conmocionados a los habitantes de la zona.
Cuando el trabajo de parto comenzó Brandon le dio a Taylor metanfetaminas para que tolerara el dolor propio del alumbramiento, según dijo la mujer cuando fue arrestada.
La bebé lloró y ellos sintieron miedo, pensaron que los vecinos llamarían a la policía para reportarlos, ya que los oficiales descubrirían que la recién nacida tenía rastros de la droga en la sangre, así que optaron en matarla. Posteriormente, el hombre abandonó el cuerpo de la niña en una zona boscosa.
Ambos son acusados de asesinato en primer grado, además Thomas también le será inculpado de abuso de un cadáver.
De acuerdo a los documentos judiciales, el hombre colocó el cadáver en un contenedor de plástico, el cual envolvió en bolsas de basura. Después lo metió en una mochila para sacarlo del departamento.
El arresto se dio después de que un trabajador social del Departamento de Servicios Humanos de Iowa diera aviso a la policía sobre la visita de una mujer al hospital, ocurrida el 22 de noviembre, seis días después del nacimiento de la bebé.
En el nosocomio Taylor dijo que dio a luz a una bebé en su casa y que el cuerpo de la recién nacida había sido enterrado en una zona desconocida para ella, según reseñó El Heraldo.
Confesión a las autoridades
En la confesión que dieron a las autoridades, la mujer dijo que su pareja cortó el cordón umbilical con unas tijeras, después tomó una parte de éste y dijo que lo guardaría como recuerdo de su bebé.
Cuando la policía inspeccionó el departamento encontró lo que parecía ser un trozo de cordón umbilical dentro de un cajón de una cómoda.
Por su parte, el hombre reconoció que asesinaron a la bebé. Reiteró que lo hicieron por miedo, pues temían que al descubrir la droga les quitaran a su hijo de dos años.
Les indicó dónde había enterrado el cuerpo, pero la extensa búsqueda de la policía no arrojó ningún resultado, pese a que se realizaron excavaciones. Los oficiales también revisaron un vertedero, pero no hay ningún rastro de la bebé.