Las vitaminas son fundamentales para el crecimiento y el buen funcionamiento del cuerpo, una manera de obtenerlas es a través de una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras, en algunos casos, los profesionales de la salud recomiendan tomar suplementos vitamínicos para fortalecer el organismo.
Una vitamina muy importante es la vitamina D, que ayuda a absorber el calcio. Los adultos de 19 a 70 años deben consumir 600 unidades internacionales de vitamina D al día, y los mayores de 71 años deben consumir 800 unidades.
Los pescados grasos como el salmón, la trucha, los peces blancos y el atún son buenas fuentes de vitamina D. También los hongos, los huevos y alimentos fortificados como la leche y los cereales. La luz solar también ayuda a producir vitamina D en el cuerpo.
Existen suplementos que contienen vitamina D, como los multivitamínicos y multiminerales. También hay suplementos dietéticos que tienen solo vitamina D o combinada con otros nutrientes. Los suplementos de vitamina D pueden ser de dos tipos: D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).
La falta de vitamina D puede provocar osteoporosis y fracturas óseas. En los niños, puede causar raquitismo, mientras que en los adultos puede causar osteomalacia, debilitando los huesos y causando dolor y debilidad muscular.
El raquitismo es una enfermedad que afecta principalmente a los niños al debilitar y ablandar los huesos. La falta de vitamina D dificulta la absorción de calcio y fósforo, lo que puede desencadenar el desarrollo del raquitismo.
La osteomalacia, por otro lado, es una afección que debilita y deforma los huesos, provocando debilidad muscular y dolor óseo.
Para fortalecer los huesos, se recomienda realizar actividad física de forma regular. Los ejercicios de resistencia y aquellos que involucran el peso corporal son especialmente beneficiosos.
Asimismo, una alimentación rica en calcio es fundamental para mantener la salud ósea. Alimentos como lácteos, pan, verduras de hoja verde, frutos secos y sardinas son fuentes de calcio. La cantidad necesaria de calcio varía según la edad y el género.