Día Internacional del Océano; por Rubén Limas

Rubén Limas

El Día Internacional de los Océanos se celebra todos los 8 de Junio de cada año, por decisión  de la Organización de las Naciones Unidas desde el 5 de diciembre del año 2008, para resaltar la importancia de nuestros océanos y mares en la vida del planeta y  el equilibrio ambiental. Se propuso por primera vez en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.

Por tal motivo la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, aprobó  por unanimidad un acuerdo por el «Día Mundial de los Océanos». Aprobar este acuerdo, es un acto que apunta directo a la supervivencia de la raza humana. Cada día más, países y naciones del mundo se comprometen en acabar con la contaminación ambiental, y los impactos del calentamiento global.

Precisamente el objetivo número 14 de los «Objetivos de Desarrollo Sostenibles» de la Naciones Unidas, establece la necesidad de utilizar y conservar sosteniblemente los océanos, los mares y sus recursos marinos. Venezuela es signataria de los acuerdos de Paris 2015 en el marco de la aprobación de los 17 Objetivos Sostenibles, y de la Nueva Agenda 2030 firmada en Quito en el 2016.   Los océanos cubren cerca de 75% de la superficie de la tierra, contiene el 96% del agua del planeta, aportan el 50% del oxigeno, y absorben el 30% del dióxido de carbono, que los humanos producen, ayudando al equilibrio necesario del ambiente.

Y es justamente allí donde nosotros como diputados podemos ayudar a nuestros mares y océanos, contribuyendo decididamente a disminuir la huella de carbono en el país y en el mundo. El 75% de las emisiones de carbono en el mundo se producen en nuestras ciudades y el consumo de entre 60 y 80% de energía.

Sí logramos construir ciudades sustentables y sostenibles, podremos estar seguro de ayudar decididamente en esta acción.

Justamente en el seno de la Asamblea, específicamente en el la Subcomisión de Innovación, Modernización y Escalamiento de Sectores Estratégicos se aprobaron unánimemente leyes que apuntan en eso sentido. La Ley de Ciudades Inteligentes, La Ley de Hidrogeno Verde y la Ley para el aprovechamiento del Coque.

Con la TIC ( Tecnología de la Información y la Comunicación) que contempla la primera ley, podemos abordar temas fundamentales como lo es el manejo correcto de los desechos sólidos. Uno de estos desechos solidos es mortal para nuestros mares y océanos como lo es el plástico. Las ciudades del mundo ocupan solo el 3% de la tierra, pero representan un alto productor de emisiones de carbono que debemos controlar y de desechos solidos.  Sí apuntamos en ese sentido, ayudamos a nuestros mares y océanos a su recuperación. El plástico se convierte en un enemigo de la fauna acuática bien sea porque quedan atrapados o lo ingieren  fatídicamente.

Haciendo leyes que descarbonicen la atmósfera podemos ayudar a la humanidad. Y quizás alguien pudiera pensar que son leyes intrascendentales, pero no es así, su importancia radical en la preservación de la especie humana, estamos obligados a pensar en nuestros hijos, nietos y bisnietos, a los cuales debemos dejarles un mundo mejor. Entonces no se trata simplemente de aprobar un acuerdo, sino de fijar nuestra mirada en el horizonte que esta por venir. Para ello somos representantes del pueblo en el parlamento, para aprobar leyes que redunden en favor del pueblo y de la humanidad.