El Día Mundial de la Salud Mental se celebra anualmente el 10 de octubre con el objetivo de concienciar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo. Esta conmemoración surge a iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés) y se celebra en más de un centenar de países.
Nasser Loza, presidente de la WFMH, advierte: “La discriminación, los estereotipos nocivos y el estigma en la comunidad, la familia, las escuelas y el lugar de trabajo impiden las relaciones saludables, las interacciones sociales y los entornos inclusivos necesarios para el bienestar de todos los miembros de la sociedad”.
La pandemia de COVID-19 tuvo un gran impacto en la salud mental, especialmente en determinados sectores profesionales (como los trabajadores de la salud y otros perfiles laborales de primera línea), las personas que viven solas o aquellas que ya contaban con afecciones mentales preexistentes.
Tecnología, redes sociales y salud mental
Ante la cuestión de si las redes sociales pueden influir negativamente en la salud mental de los adolescentes, la experta en alfabetización y ciudadanía digital María Zabala explica que si un adolescente se encuentra bien en términos generales no va a estar peor debido a su presencia en redes sociales, aunque si se trata de una persona que está en un momento vulnerable sí puede influir negativamente. Por ello, incide en la importancia de la comunicación entre los progenitores y los hijos e hijas para conocerlos de verdad.
De este modo, aboga por normalizar la tecnología digital que nos rodea incorporándola a nuestra vida familiar y a la educación que se les da a los menores como fórmula para establecer relaciones sanas en la era digital.
Zabala sí reconoce que los teléfonos y las redes sociales pueden ser cómplices (que no culpables) en un empeoramiento de la salud mental de nuestros jóvenes, puesto que el elevadísimo volumen de contenidos que consumen puede (con matices y por diferentes motivos) afectar a su autopercepción, su visión del mundo y su sensación de bienestar o malestar.
Sin embargo, la experta pone el foco en que especialmente problemático es que el móvil y las redes lleguen demasiado pronto sin ningún tipo de control y acompañamiento.
Salud mental en infancia y adolescencia tras la pandemia
Igual que con la población adulta, la preocupación sobre salud mental en la infancia y la adolescencia también ha aumentado tras la pandemia, un asunto del que alertaron las autoridades sanitarias.
De hecho, la estimación de la Asociación Española de Pediatría es que se produjo un aumento de hasta el 47% en los trastornos de salud mental en los menores ysegún datos de Save the children, un 3% de los menores españoles aseguraba en 2021 haber tenido pensamientos suicidas.
Así pues, pasar más tiempo en casa debido al confinamiento y el trasvase de muchas de nuestras actividades al mundo virtual también ha condicionado no solo su manera de relacionarse sino también su salud mental.