Este domingo, un juez peruano envió a prisión preventiva por 30 meses a la cuñada del presidente Pedro Castillo, Yenifer Paredes, acusada por la fiscalía de integrar una supuesta red de corrupción dirigida desde el palacio de gobierno.
Con información de El Universal
«Dispongo la prisión preventiva para ambos imputados por 30 meses», dijo el juez Johnny Gómez Balboa tras una audiencia de casi cuatro horas. El otro inculpado es el alcalde José Medina. La fiscalía pedía 36 meses de prisión preventiva para cada uno.
Paredes, de 26 años, está acusada de formar parte de una red de corrupción que concedía contratos de obras públicas y de lavado de activos, dirigida -según la fiscalía- por el mandatario izquierdista, quien tiene inmunidad. Ella arriesga una condena de 23 años.
La cuñada del presidente compareció de manera virtual ante el juez desde un cuartel policial limeño, donde permanecía con prisión preliminar desde el 10 de agosto. Luego de esta medida, en los próximos días deberá ser trasladada a la cárcel de mujeres de Chorrillos, en el sur de la capital peruana.
Medina, el coinculpado, es alcalde de Anguía, un pueblo de la región norteña de Cajamarca, de donde es oriunda la familia de Castillo.
Según la fiscalía, la cuñada y el alcalde estaban coludidos para ofrecer y adjudicar irregularmente obras de saneamiento.
Durante la audiencia, decenas de manifestantes oficialistas y opositores se congregaron afuera del tribunal y gritaron consignas en favor y en contra de Yenifer Paredes. De manera que, policías antimotines evitaron que ambos grupos se enfrentaran, pero unos manifestantes arrojaron huevos, algunos de los cuales cayeron sobre unos periodistas.
Tanto el fiscal Jorge García Juárez como el defensor de Paredes, José Dionicio Quesnay, anunciaron que apelarán. El primero para aumentar el periodo a 36 meses y el segundo para impedir que su clienta vaya a prisión preventiva.
La sesión de este domingo abrió una maratón de audiencias judiciales de Castillo y su familia. El lunes 5 de septiembre el presidente debe comparecer ante la fiscalía y su esposa, Lilia Paredes, ante un juez.
Castillo, quien es maestro rural igual que su esposa, niega que su familia haya cometido delitos y dice ser víctima de una campaña para sacarlo del poder, por lo que afirmó que su esposa y su cuñada «van a demostrar que no han robado un centavo al Perú».