Pocos disfrutan una ducha de agua fría, de hecho la mayoría de las personas utilizan la alta temperatura del agua para relajarse durante un baño, pues coinciden en que suele desestresar considerablemente.
No obstante, aunque al principio el contacto con el agua fría pueda no ser tan agradable, lo cierto es que según estudios e investigaciones aporta grandes beneficios a la salud. En este artículo los mencionamos
Con información de Cuídate plus
Agua fría, aliada del sistema inmune
Las duchas de agua fría ayudan, por otra parte, a fortalecer nuestro sistema inmunitario. En este sentido, un estudio publicado en la revista Plos One avaló esta hipótesis. Con una muestra de más de 3.000 personas, se comprobó que aquellos participantes que se dieron una ducha diaria de agua fría durante al menos 30 segundos redujeron las bajas laborales por enfermedad un 29%.
Asimismo, el aumento de los niveles de energía fue la sensación de la que más se informó, comparado con el mismo efecto que produce la cafeína.
Beneficios del agua fría sobre la piel
Los expertos consultados por CuídatePlus subrayan principalmente dos efectos del agua fría sobre nuestra piel:
Vasoconstrictor y estimulante de la circulación. El contacto del agua fría sobre la piel hace que nuestro metabolismo se acelere y nos proteja de la pérdida de calor. Para conseguirlo, aumenta la circulación sanguínea y su oxigenación. Esto conlleva a un aumento en la producción de colágeno y elastina, proteínas responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.
Antiinflamatorio. Al mejorar la circulación y disminuir el flujo sanguíneo, disminuye también la respuesta inflamatoria. Así, se reducen las rojeces propias de enfermedades como la cuperosis, la rosácea, las arañas vasculares o el acné. “Además, si se aplica directamente sobre las ojeras con algodones, pañitos e, incluso, herramientas masajeadoras frías, consigue disminuirlas y lucir una mirada más descansada”, agregan los dermatólogos.