sábado, abril 19, 2025
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¡El Esequibo es nuestro!; por Rubén Limas

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Rubén Limas

El Esequibo ha sido nuestro dolor de cabeza territorial, desde la colonia española. Parece casi increíble que después de tantos años, no se haya podido resolver esa disputa territorial. Y precisamente fue en un gobierno de AD en 1966 que se pudo firmar el acuerdo de Ginebra, que hoy reclama el gobierno nacional.

El Referéndum que hoy convoca el gobierno a través del CNE para este diciembre, ciertamente no resuelve  para nada el problema, pero es quizás una manera de ratificar elespíritu nacional de reclamo por la zona esequiba. Este territorio ha sido objeto de una larga disputa entre Venezuela y la Guayana Esequiba, que se remonta al siglo XIX y todavía no ha sido resuelta de manera definitiva.

El conflicto se origina en el período colonial, cuando tanto Guyana como Venezuela eran colonias españolas. Tras la independencia de ambas naciones, surgió la necesidad de establecer los límites territoriales, lo que llevó a un desacuerdo sobre la posesión del territorio del Esequibo.

Desde entonces, los dos países han mantenido una disputa diplomática y política para resolver esta situación.

Recordemos que el laudo arbitral de París en 1899 le adjudicó al imperio británico el Esequibo; el cual siempre hemos rechazado.

El Esequibo abarca una extensa área de aproximadamente 159.500 kilómetros cuadrados, rica en recursos naturales como petróleo, gas, minerales y bosques tropicales. Estos recursos han aumentado la importancia estratégica de la región y han influido en la intensidad de la disputa. Esta zona es administrada por el gobierno de Guayana.

A lo largo de los años, se han realizado varios intentos para resolver esta disputa. En 1966, Guyana y el Reino Unido (entonces potencia colonial) firmaron el Acuerdo de Ginebra, que establecía un mecanismo para resolver la controversia. Ese acuerdo se logra en principio por el reclamo ante las Naciones Unidas del gobierno de Rómulo Betancourt y finalmente su firma en 1966 durante el gobierno de Raúl Leoni.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de mediación de la comunidad internacional, incluyendo a la Secretaría General de las Naciones Unidas, no se ha logrado un acuerdo definitivo. Luego en el gobierno de Rafael Caldera se congeló durante 12 años la reclamación; situación que no debió ocurrir, a través del Protocolo de Puerto España.

La disputa del Esequibo tiene implicaciones políticas, económicas y sociales para ambos países. La incertidumbre sobre la soberanía del territorio dificulta la inversión extranjera y el desarrollo económico de la región. Además, la disputa ha afectado las relaciones bilaterales entre Guyana y Venezuela, generando tensiones y conflictos en ocasiones.

En la actualidad, el caso del Esequibo sigue siendo objeto de atención y seguimiento por parte de la comunidad internacional. Se han presentado diversas propuestas y soluciones para resolver la controversia, incluyendo la mediación de terceros países o la posibilidad de llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia; esta última acción rechazada por el gobierno de Venezuela.  Sin embargo, hasta la fecha, no se ha alcanzado una resolución definitiva.

No estoy además seguro que sea este gobierno el que pueda resolver esta situación territorial. El gobierno del presidente Chávez fue muy flexible con nuestra reclamación, en búsqueda de apoyos internacionales, de países pequeños. Hemos perdido mucho tiempo en la resolución de este conflicto. Además el actual conflicto Rusia – Ucrania, y Palestina Israel, hacen que el petróleo juegue un papel estratégico en la geopolítica. Es un buen momento histórico para alcanzar un acuerdo. Esta reclamación debe formar parte de la propuesta política de quienes aspiramos a un cambio de gobierno.

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