De acuerdo a un estudio realizado, es posible reducir el riesgo de una muerte prematura por cualquier motivo en casi un 20% con solo consumir más alimentos de cuatro patrones saludables.
CNN
Las personas que cumplieron con más constancia cualquiera de los patrones de alimentación saludable —que se enfocan en consumir más cereales integrales, frutas, verduras, frutos secos y legumbres— también tuvieron menos probabilidades de morir de cáncer, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y neurodegenerativas.
Los resultados del estudio, que se publicó este lunes en la revista académica JAMA Internal Medicine, demuestran que «hay más de una forma de comer bien y obtener los beneficios para la salud que ello conlleva», afirma el Dr. David Katz, especialista en medicina del estilo de vida quien no participó en el estudio.
El Dr. Frank Hu, coautor del estudio, afirmó que la gente suele aburrirse con una sola forma de comer, «así que es una buena noticia. Significa que tenemos mucha flexibilidad a la hora de crear nuestras propias pautas alimentarias saludables, que pueden adaptarse a las preferencias en alimentos, los estados de salud y las culturas de cada persona».
«Por ejemplo, si se sigue una dieta mediterránea saludable y al cabo de unos meses se quiere probar algo distinto, se puede pasar a una dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) o a una dieta semivegetariana», explica Hu, catedrático de Nutrición y Epidemiología y director del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. «O puedes seguir las directrices dietéticas de EE.UU. y crear tu propio plato de comida sana».
Un estudio a largo plazo
El estudio siguió los hábitos alimentarios de 75.000 mujeres participantes en el Nurses’ Health Study y de más de 44.000 hombres en el Health Professionals Follow-up Study durante 36 años. Ninguno de los hombres y mujeres padecía enfermedades cardiovasculares al inicio del estudio, y pocos eran fumadores. Todos rellenaron cuestionarios sobre su alimentación cada cuatro años.
«Se trata de uno de los estudios de cohortes más amplios y prolongados para examinar los patrones dietéticos recomendados y el riesgo a largo plazo de muertes prematuras y por enfermedades graves», afirma Hu.
Hu y su equipo puntuaron a los participantes según el grado de seguimiento de cuatro estilos de alimentación saludable que están en sintonía con las directrices dietéticas estadounidenses actuales.
Uno de ellos es la dieta mediterránea, que hace hincapié en el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, frutos secos, legumbres, pescado y una gran cantidad de aceite de oliva, explicó Hu. «Este patrón dietético hace hincapié en las grasas saludables, especialmente las monoinsaturadas, además de los alimentos de origen vegetal y el consumo moderado de alcohol», explicó.
La siguiente se denomina dieta vegetal saludable, que también se centra en comer más productos vegetales, pero da puntos negativos a todos los productos animales y a cualquier tipo de alcohol.