La prevención del embarazo adolescente en Venezuela es una tarea cuesta arriba, debido a múltiples obstáculos políticos, sociales y culturales. Tres expertas en temas de salud sexual y reproductiva coincidieron en que se debe trabajar en estas aristas para lograr que se respeten los derechos humanos de las adolescentes.
El Diario
El Observatorio Social Humanitario abordó este tema junto con las organizaciones no gubernamentales Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) y 100% Estrógeno. Sus voceras señalaron que se deben replantear los conceptos de sexualidad en la adolescencia para brindar una atención efectiva.
Entre los aspectos que destacan está que la educación sexual en las escuelas y liceos no debe enfocarse solamente en un aspecto biológico. Sugirieron que se deben incorporar conceptos de sexualidad, métodos anticonceptivos, responsabilidad, prevención del embarazo, autoconocimiento y toma de decisiones.
Sexualidad y prevención
Mercedes Muñoz, directora y fundadora de Avesa, explicó que los tabúes y los prejuicios en el contexto escolar, familiar y sanitario impiden a muchas adolescentes acceder a métodos anticonceptivos cuando se inician sexualmente.
Avesa realizó una investigación con base en encuestas a mujeres sobre su salud sexual y reproductiva. Algunos datos que obtuvieron hablan sobre las precariedades que enfrentan las jóvenes venezolanas.
– El 1,9% reconoció haberse practicado un aborto inducido alguna vez.
– 3 de cada 10 mujeres pudieron asistir a su primer control prenatal solo luego de la semana 12 de gestación.
– 6 de cada 10 mujeres no pueden costear consultas de medicina general, ginecología y mastología, por más que quisieran.
– 46,9% no puede costear gastos de exámenes de laboratorio, citologías, mamografías o ecos mamarios.
– 58,6% de las mujeres, niñas y adolescentes no podría costear económicamente los gastos que implica una consulta médica y el tratamiento posterior referido ante una dolencia ginecológica sobrevenida.
– Solo el 14% de las mujeres de 14 a 49 años de edad pueden tomar decisiones informadas sobre relaciones sexuales, uso de métodos anticonceptivos y atención de la salud sexual y reproductiva.
– El 48,4% de las mujeres tienen necesidades insatisfechas de planificación familiar y uso de métodos anticonceptivos modernos.
Educación sexual sin negatividad
Nelmary Díaz, especialista en educación de Plafam, aseguró que las adolescentes que recibieron una educación sexual con enfoque negativo tienen mayor probabilidad de no asistir a una consulta ginecológica o de planificación familiar de forma oportuna.
“Es importante que esto se hable y se socialice para que los servicios de salud atiendan a quienes buscan esta ayuda”, recalcó.
La especialista en educación agregó que la información sobre dónde conseguir métodos anticonceptivos y a qué costo debe ser accesible para las jóvenes, especialmente en un contexto de crisis de salud.
“Hace tres o cuatro años vivimos una situación en la que no había ningún tipo de método anticonceptivo en farmacia. Esto fue algo gravísimo para las adolescentes que quieren cuidarse”, añadió.
A juicio de Díaz, el mayor reto que se enfrenta actualmente en el contexto preventivo es que muchos servicios de salud, planificación familiar y cuidado prenatal se cerraron durante la pandemia y algunos de ellos no han retomado sus actividades.
Enfocarse en los derechos de las adolescentes
Venus Fadoul, activista de la ONG 100% Estrógeno, indicó que algunas leyes funcionan de forma contradictoria a la defensa de los derechos de las adolescentes. Expresó que pese a que la Lopnna establece la protección de los menores de edad, otras legislaciones perjudican su integridad.
En ese sentido, mencionó el caso por el que fue detenida y posteriormente excarcelada Vanesa Rosales. La activista ayudó a una adolescente de 13 años a practicarse un aborto luego de quedar embarazada producto de una violación.
Las autoridades venezolanas alegaron que Rosales cometió un delito agravado, debido a que la acción se cometió en contra de una menor de edad.
La activista comentó que en la ley venezolana puede adjudicar responsabilidad penal a una adolescente luego de cumplir 14 años si se practica un aborto, incluso si se trata de un caso de violación.
“El caso de Vanesa Rosales habla de una política en un Estado de estructura patriarcal y misógina y de que esa propaganda gubernamental de revolución feminista no ha cambiado nada la visión sesgada y conservadora que llevamos arrastrando desde hace 40 años”, sentenció.
Mercedes Muñoz coincidió en la importancia de considerar la despenalización del aborto, debido a que en Venezuela no hay una estructura institucional para garantizarle métodos anticonceptivos a todas las adolescentes de escasos recursos.
“Tener altas tasas de embarazo adolescente y mortalidad materna es imperdonable actualmente, entonces se deben garantizar las condiciones para que ninguna mujer, especialmente si es joven, muera en el parto, pero para esto también sería bueno garantizar que no se embaracen y, en caso de que no se pueda evitar, que exista la opción del aborto seguro”, expuso Muñoz.
La activista recomendó que las políticas sexuales y reproductivas deberían tener tres enfoques: información oportuna, acceso a anticonceptivos y aborto para preservar la vida de las madres.