Dejar un cargador conectado a la corriente eléctrica cuando no está en uso puede consumir una cantidad significativa de energía, aunque parezca insignificante a simple vista. Este fenómeno se conoce como “consumo de energía en espera” o “consumo fantasma”.
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Aunque cada cargador puede tener un consumo ligeramente diferente, la acumulación de estos pequeños consumos puede tener un impacto significativo en la factura de electricidad a largo plazo y en el medioambiente.
En general, los cargadores de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tabletas, computadoras portátiles y otros dispositivos, están diseñados para mantenerse en espera constantemente cuando están conectados a la corriente, incluso si el dispositivo al que están conectados ya está completamente cargado.
Esto significa que, aunque el dispositivo no esté conectado al cargador, el cargador seguirá consumiendo energía en segundo plano.
¿Qué tanta energía consume dejar un cargador conectado?
El consumo de energía en espera de un cargador puede variar según la marca, el modelo y el tipo de dispositivo que esté diseñado para cargar. Sin embargo, en promedio, un cargador de teléfono móvil puede consumir entre 0,1 y 0,5 vatios de energía en modo de espera.
Si bien esto puede no parecer mucho, es importante tener en cuenta que muchas personas tienen varios dispositivos con sus respectivos cargadores conectados simultáneamente, lo que puede sumar una cantidad considerable de energía en espera en el hogar o la oficina.
Para ilustrar mejor el impacto del consumo de energía en espera de los cargadores, consideremos un escenario hipotético. Supongamos que tiene tres cargadores de teléfonos móviles conectados en su casa y cada uno de ellos consume 0,3 vatios de energía en modo de espera.
Si estos cargadores están conectados a la corriente las 24 horas del día durante todo un año, el consumo total sería de aproximadamente 7 kilovatios-hora (kWh) al año. Aunque esta cifra pueda parecer pequeña, es importante recordar que se trata solo de tres cargadores, y muchas personas tienen muchos más dispositivos y cargadores conectados en sus hogares.
El consumo de energía en espera de los cargadores no solo afecta la factura de electricidad de los hogares, sino que tiene un impacto negativo en el medio ambiente. La energía que se consume en modo de espera proviene de las fuentes de generación de electricidad, muchas de las cuales utilizan combustibles fósiles, lo que genera emisiones de gases de efecto invernadero y contribuye al cambio climático.
Además, la producción y el transporte de energía también requieren de recursos naturales y pueden tener impactos negativos en el medioambiente.
