Compras tomates en el mercado o supermercado, llegas a casa y lo primero que haces es guardarlos en la nevera para que no se estropeen. Sin embargo, ¿es una práctica recomendable? Descubre cuál es la opción más adecuada.
El tomate es un alimento que sirve de base para aderezos de guisos, ensaladas y otras elaboraciones. El jugo y su sabor hacen a este fruto irremplazable, por lo que es ideal que se encuentren un buen estado de conservación.
Entre los beneficios que ofrece el tomate se destaca que mejora la circulación sanguínea, evita el estreñimiento, protege la vista, entre otros.
¿Por qué no debes guardar los tomates en la nevera?
Muchas personas creen que el tomate es una verdura porque la incluimos en diferentes recetas, pero en realidad es una fruta. Si guardamos en la nevera los tomates que aún no están maduros corremos el riesgo que pierda su sabor, según explicó a El País María Blanch Rojo, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC).
“El frío hace que se frene el proceso de maduración, que es lo que los hace tan sabrosos, y altera su textura: rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa”, indicó la experta.
¿Cuál es la mejor manera de conservar los tomates?
En su libro “La cocina y los alimentos”, el chef Harold McGee aconsejó guardar los tomates a temperatura ambiente. Para este propósito, debes elegir un lugar “ventilado y fresco” del hogar. Además, es preferible no cortar su rabito para evitar que se contaminen con microorganismos.
Con información de Mag
