Usuarios de la red social Instagram han reportado robo de sus fotografías para asociarlas a cuentas para adultos, en donde el objetivo es suplantar la identidad a modo de estafa (phishing) .
Con información de La Patilla
Los estafadores guardan las imágenes para ser resubidas con un nuevo nombre, sin embargo, para las personas que están detrás del contenido esa acción resulta un abuso, ya que es una acción que al principio iba dirigida a mujeres jóvenes en Instagram, en esta modalidad los ciberdelincuentes construyen cuentas casi idénticas a las originales, es decir clones.
Método de los estafadores
Para hacer más creíble que el perfil del sitio pornográfico asociado pertenece a su víctima, los suplantadores suben imágenes borrosas de mujeres masturbándose en donde no se les ve la cara y no se distingue bien el cuerpo.
Dichas cuentas “clon” se vinculan a un sitio web (similar a OnlyFans, plataforma popular que ofrece contenidos eróticos y de pornografía) que promete contenido sexualmente explícito, para lo que es necesario ingresar una tarjeta de crédito.
Si bien este contenido XXX en realidad no existe, el efecto del daño es doble. Por un lado, afecta la reputación en línea de las personas a las que les robaron sus fotos, y por otro lado, resulta vergonzoso explicar al círculo íntimo o social de que robaron los datos de su tarjeta de crédito al intentar pagar una suscripción de contenido pornográfico.
Ante esta situación, los afectados deben reportar la cuenta falsa, así como pedir ayuda de amigos y conocidos para que hagan lo mismo.
Sin embargo, se debe de tomar en cuenta que reportar la cuenta puede no ser tan fácil, ya que los estafadores generalmente bloquean la cuenta original, junto a las de amigos cercanos. Además, Instagram puede demorar en su evaluación y eliminación hasta por varios días o semanas. Solo lo lleva a cabo cuando existen denuncias, nunca lo hace de manera proactiva.