La ciencia y los estudios médicos poco a poco van desmintiendo mitos que por años fueron percibidos como una verdad absoluta, como es el caso del: ‘tómate el zumo de naranja rápido, que se le van las vitaminas’ y el más reciente el de tomar los ocho vasos de agua al día. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, al parecer, esto sería excesivo.
Con información de El Español
Así lo concluye una investigación publicada en Science y que se ha convertido en la más grande hasta la fecha sobre este tema, con una muestra de 5.604 personas, de 23 países y de edades comprendidas entre los ocho días y los 96 años. «La recomendación [beber ocho vasos de agua al día] no tiene ningún respaldo científico», sentenciaba en The Guardian Yosuke Yamada, del Instituto Nacional de Innovación Biomédica, Salud y Nutrición de Japón e investigador principal del estudio.
Para llegar a esta conclusión, él y su equipo midieron el tiempo que tardaba el agua en circular por el cuerpo de cada uno de los participantes y en ser eliminada. Así, el estudio comprobó que había personas que, en función de su edad, su sexo y su actividad, necesitaban ingerir más agua, porque se expulsaba antes, mientras que otras mantenían buenos niveles de líquido y no precisaban de su ingesta.
Así, salvo en condiciones especiales, como personas que viven en climas cálidos y húmedos, altitudes elevadas, atletas, mujeres embarazadas y lactantes, los investigadores verificaron que la medida de beber entre dos y tres litros al día —lo equivalente, aproximadamente, a ocho vasos de agua— es una dosis demasiado alta para la mayoría de las personas. Según sugieren sus datos, la mayoría requiere entre 1,5 y 1,8 litros al día.
Evidencia previa
«La idea de que tenemos que beber de dos a tres litros de agua al día es un mito y está ampliamente desmentido por la ciencia», explica a El Español, Beatriz Robles, experta en Seguridad alimentaria. «El volumen concreto de ingesta debe depender de las condiciones individuales de la persona», prosigue.
Sus palabras vienen refrendadas por un artículo publicado en 2007 en la revista BMJ sobre mitos médicos y que trataba este tema en primer lugar. Cuatro años más tarde, uno de los coatores del trabajo, Aaron E. Carroll catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, publicaba el libro Don’t Swallow Your Gum!: Myths, Half-Truths, and Outright Lies About Your Body and Health (No te tragues el chicle: Mitos, medias verdades y auténticas mentiras sobre tu cuerpo y tu salud), donde volvía a desmentir que esto fuera un dogma universal.
Como explica el catedrático en su obra, se cree que el origen del mito viene de una recomendación del Consejo de Alimentación y Nutrición de 1945, la cual expresaba que las personas necesitan alrededor de 2,5 litros de agua al día. Sin embargo, la pauta está acompañada de otra frase que parece ser olvidada: «La mayor parte de esta cantidad está contenida en alimentos».