La música es magia para la vida, la felicidad y la salud. Tiene un gran poder de desconexión de todo lo que está alrededor, ayuda a la relación, a la diversión y también al bienestar del ser humano, incluso cuando presenta alguna enfermedad.
Con información de Infosalus
Marisa Blasco es presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva y jefa del servicio de Medicina intensiva del Hospital Clínico de Valencia (España) y cuenta en una entrevista con Infosalus cómo la música puede ayudar a una persona enferma.
«En el contexto de los cuidados intensivos, muchísimo. El momento en el que alguien viene y le toca una canción, música en directo, y además si la personaliza, al enfermo le da un momento de confort; hace de esa estancia del hospital un espacio más amable, de relax, y la música te permite hacer olvidar la enfermedad por la que estás ingresado, baja el nivel de incertidumbre y de angustia en los pacientes», subraya.
En el caso de los pacientes sedados y de mayor o extrema gravedad se muestra convencida de que la música, especialmente en directo, les va a ayudar porque, según recuerda, «el oído ahí está», «es de lo último que se pierde y lo primero que se recupera», y de igual forma a los que se encuentran en situación de delirio o de encefalopatía.
«La música les puede suponer el tomar un retorno con la realidad. La música a todos nos despierta, y a los pacientes también; y en estas situaciones tan graves seguro que ayuda en la mejora de su situación», agrega esta colaboradora de la Fundación Músicos por la Salud.
Un entorno agradable
Según indica, hay dos armas muy poderosas para ayudar a los enfermos en los entornos de la medicina intensiva: por un lado, los familiares y por otro un entorno agradable, y hacer espacios más confortables con pequeños conciertos, actividades de todo tipo que les hagan tener contacto con la realidad, y ayudar a escapar de es situación en la que están muy graves.
Por ejemplo, la doctora Blasco recuerda el caso de una chica joven con encefalopatía por parada cardiaca extrahospitalaria, que a partir de los conciertos de música en directo en la UCI empezaron a notar conexiones con el medio: «Sonreía. Si éramos unos casi convencidos de los beneficios de la música en directo para estos pacientes, con ello nos convenció del todo la utilidad de esta herramienta. No sé si cura o no, pero seguro que mejora la calidad de la estancia de los pacientes, así como la morbilidad. No solo es atacar a la enfermedad, sino también el contexto y un ambiente saludable más amable, y la música contribuye a eso seguro».
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