El fiscal general del Venezuela, Tarek William Saab, acusó a Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, de ejercer labores de espionaje, usar información estratégica del Estado venezolano y de tener conocimiento y formar parte de una conspiración militar descubierta por las autoridades, denominada Brazalete Blanco.
Con información de El País
“Es delicado tener una ONG como fachada para quienes practiquen acciones terroristas”, dijo Saab en su alocución, en respuesta a las críticas. “¿Qué pasaría en Estados Unidos, en España, si llegara a descubrirse una situación de este tipo?”, añadió.
Saab manifestó que su despacho tiene “suficientes elementos de convicción” para afirmar que San Miguel tenía pleno conocimiento de un movimiento militar que planeaba tomar violentamente cuarteles en las zonas andinas del Estado Táchira y asesinar a Freddy Bernal, actual gobernador de ese territorio fronterizo.
“Es absolutamente incompatible ser un defensor de derechos humanos y al mismo tomar parte de un plan para atacar cuarteles y secuestrar autoridades”, añadió. “La señora San Miguel fungía como espía, a través de su pareja, y de relaciones públicas con los miembros de la Fuerza Armada para planificar acciones contra el estado venezolano”.
Saab agregó que a San Miguel le incautaron cartografía de numerosas instalaciones militares en el país, con sus respectivas zonas de seguridad, y afirmó que todo el material incautado formaba parte de una información “que es reserva del Estado venezolano”. Añadió que la activista tenía perfiles de los mandos militares actuales del país, con listas de todo el personal militar de la nación y que entregó esa información “a un embajador europeo” en Caracas.
El fiscal criticó las voces que denunciaron la existencia de una desaparición forzada en el caso de su detención -acusación que calificó de “una ofensa y una burla- y añadió que este fin de semana sus familiares fueron a visitarla. “¿Cuál desaparición?”, preguntó.
Joel García, abogado defensor de San Miguel, ha confirmado que recibió la vista de sus familiares. “Su hija pudo constatar que su madre, a pesar de la injusta privación de su libertad, se encuentra fortalecida y muy confiada en su inocencia, segura de que no existe nada que le comprometa en los delitos que se le imputan”.
