lunes, abril 28, 2025
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La calidad del sueño de noche influye en la capacidad de la memoria, según expertos

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¿Por qué el momento preciso antes de dormir es el ideal para que el ser humano le de vueltas a los problemas o preocupaciones? Y es que en esa fase en el que está a punto de entrar en un sueño profundo todo el estrés del día se vuelve más grande, y al final dicho sueño es todo menos profundo.

Recientemente, algunos científicos descubrieron que la primera etapa del sueño profundo de ondas lentas es de suma importancia, ya que la información que se ha adquirido durante el día, se almacena mejor en el cerebro dependiendo de la calidad de tu siesta.

Con información de El País

“Si aprendes algo por la tarde, la información aprendida se reactiva durante el sueño”, señala Bjoern Rasch, profesor de la Universidad de Friburgo y participante del proyecto MemoSleep, financiado por Horizon. El investigador suizo agrega que “los pensamientos negativos aumentan las interrupciones del sueño, nos hacen despertar más temprano de lo que queremos y provocan que nuestro sueño sea menos profundo”.

Reactivación de pensamientos

No obstante, no todo son malas noticias. Según Rasch, que ha organizado un experimento sobre esta idea, los pensamientos positivos también pueden reactivarse en los circuitos del cerebro y mejorar el sueño en el proceso.

Su experimento entusiasmó a los estudiantes de su universidad que participaron en el proyecto, quienes recibieron 50 francos suizos (52 euros) por cada noche que durmieron cómodamente en un laboratorio de sueño equipado con cuatro camas. Los estudiantes fueron conectados a un electroencefalograma que realizaba un seguimiento de sus ondas cerebrales. Sus músculos también fueron objeto de observación para identificar cuándo se quedaban dormidos y en qué estado de sueño se encontraban.

En su opinión, algunas estrategias de relajación ayudan a la gente a conciliar mejor el sueño, pero no influyen en la calidad del sueño posterior. En el ensayo, el investigador les hizo escuchar varios audios de inducción hipnótica que narraban, por ejemplo, el movimiento de un pez nadando en las profundidades del mar, e incluían palabras sugerentes de seguridad y relajación.

Caballitos de mar y aprendizaje

La parte del cerebro con forma de caballito de mar, denominada hipocampo (de la palabra griega para caballito de mar), cobra una importancia vital en lo que respecta al aprendizaje y la memoria. La comunidad científica utiliza con frecuencia roedores para investigar el comportamiento de su hipocampo en el aprendizaje y el sueño.

Las ratas, por ejemplo, son especialmente buenas para recordar el camino que dirige a la comida en medio de un laberinto. El hipocampo es un componente esencial de este proceso.

El Dr. Juan Ramírez-Villegas, becario de postdoctorado del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria, utiliza roedores para explorar cómo el cerebro de los mamíferos almacena recuerdos, trabajo que podría contribuir a luchar contra enfermedades humanas como el Alzheimer.

En el marco del proyecto DREAM, financiado por Horizon, Ramírez-Villegas descubrió que otra de las partes del cerebro, el tronco encefálico, desempeña una función fundamental en interacción con el hipocampo y que se activa antes que este. “Parece que el tronco encefálico forma una especie de decorado para que el hipocampo pueda reactivar recuerdos en las diferentes fases del sueño”, indica.

Por medio de electrodos, Ramírez-Villegas ha registrado la actividad cerebral de ratas mientras recorrían un laberinto y, posteriormente, mientras dormían. El sueño permite al cerebro reproducir acontecimientos diarios y almacenarlos como recuerdos a largo plazo. ”Es impresionante que las células se activen durante el sueño en el mismo orden en que lo hicieron durante el aprendizaje, aunque durante el sueño estén más comprimidas en el tiempo”, afirma.

Lea la nota completa en el portal web El País

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