La temporada de lluvias y el clima ha generado que los casos de refriados o infecciones respiratorias aumenten, por lo general no son graves en la salud pero trae consigo una serie de síntomas molestos, como la tos que en la noche no nos deja descansar cuando es muy reiterativa,
¿Existe algo en el mercado para acabar con ella? La sabiduría popular está llena de remedios de la abuela: poner una cebolla cortada en la mesilla de noche, hacer gárgaras, colocarse un collarín con alcohol, tomar miel y limón… Pero la realidad es que ninguno de estas presuntas ‘soluciones’ tienen evidencia científica.
Lo primero que hay que entender es que la tos «es un mecanismo de defensa del pulmón«, explica a ABC el doctor Jesús Molina, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
De acuerdo con el medio ABC, es el propio pulmón el que provoca la tos para eliminar secreciones a nivel bronquial. »No hay que quitarla de golpe para que pueda hacer su función de limpieza. Y esto hay que explicárselo a los pacientes«, afirma el experto.
El doctor reconoce que la tos es muy difícil de eliminar y que es casi también el último síntoma que desaparece en estos cuadros víricos. «Los catarros duran 7 días, los trates o no», afirma. Aunque cualquier analgésico puede aliviar los síntomas generales de un resfriado, la tos puede ser persistente. Y si no nos deja dormir, antes de medicarnos, hay que consultar con el especialista.
Existen fármacos con evidencia demostrada para acabar con ella, pero su prescripción será a criterio médico, que valorará los beneficios y riesgos de tomarlos, ya que anulan el reflejo de la tos, que es necesaria para expectorar y evitar infecciones.
«Los remedios de la abuela no tienen ninguna eficacia objetivada», asegura el doctor Molina. En el caso de la miel puede aliviar «algo» a nivel faríngeo suavizando un poco la garganta, pero tampoco nos va a quitar la tos.
¿Qué podemos hacer entonces en casa? Para mejorar la situación, el doctor Molina recomienda dormir con la almohada más elevada de lo habitual para disminuir el goteo postnasal, que provoca más tos. Con el mismo objetivo, son recomendables los lavados nasales antes de acostarse para evitar que el moco empiece a gotear por detrás y estimule la tos.
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