lunes, abril 28, 2025
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La rosa peregrina; por Marbella Díaz Wever

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Esta patria tricolor es grande, ha sido génesis de hombres meritorios, que a lo largo y ancho del globo terráqueo han dejado muy en alto el nombre de Venezuela, cuna de libertadores y próceres.

Uno de ellos es Carabobeño, nació en Puerto Cabello un 05 de octubre hace 72 años, emigró a Alemania cuando estaba en el tercer semestre de Biología gracias a un profesor que le entusiasmó.

Norman Sinclair La Rosa nació en la Calle Lanceros de mano del Dr. Adolfo Prince Lara, su padre de origen filipino, Arthur Sinclair Boyce y su madre oriunda del puerto, Isabel María La Rosa de Sinclair, le brindaron el amor y los principios propios de una familia nutritiva.

Estudió su primaria en el Colegio La Salle de Puerto Cabello y culminó la secundaria en el liceo Pedro Gual de Valencia.

Se marchó a la capital para estudiar en la Universidad Central de Venezuela, fue uno de los primeros alumnos del Dr. Jacinto Convid en el IVIC, hasta que tomó un avión para cruzar el océano y llegar a un país dividido por la Alemania democrática y la Alemania Comunista.
Muchas fueron las ocasiones que cruzó el Muro de Berlín para ayudar a otros compatriotas en situaciones deplorables, gracias a su amor por la libertad, la cooperación, el amparo y el consuelo hacia el prójimo.

Desde hace más de 50 años, Norman Sinclair La Rosa vive en el país germano, es Médico Internista con especialidad en Inmunología Clínica además de Biólogo, ha sido un investigador, catedrático y científico nato en materia de alergología.

Jubilado de sus especialidades, adquirió una floristería “Blumenhaus Braun UG” en la localidad de Lengericher (ciudad cercana a Munster, Alemania), por la que discurre la ruta jacobea, dedicándose a recorrerla y adornarla con rosas de la variedad de ‘Castell d’ Alaquás, la cual descubrió hace unos cuatro años en Valencia, España, como parte de su peregrinar hasta enfilarlas al Camino de Santiago de Compostela y a las que bautizó como “la Rosa Peregrina”.

Su primera Rosa Peregrina fue plantada en la Iglesia de Santiago Apóstol en Turegano, Segovia, desde entonces sus manos benditas no han parado de sembrarlas y cuidarlas.

En la Edad Media el monje alemán Hermann Küning von Vach se dedicó a hacer su travesía por el Camino Lebaniego hasta Compostela, en el cual Norman Sinclair ha centrando sus energías, no sólo para hacerlo sino para sembrar las rosas que conoció en los Viveros Ferrer, creada por la Sra. Matilde Ferrer, del resultado híbrido de una rosa californiana y una sevillana hace una década atrás.

Desde el año 2009 hasta el presente, el Dr. Norman Sinclair ha recorrido 6.000 kilómetros a través de distintas rutas hasta Santiago donde ha dejado una huella colorida plantando rosas peregrinas.

La Rosa Peregrina tiene vida propia y una misión que cumplir, no sólo embellecer el Camino de Compostela sino alegrar el corazón de los peregrinos que llevan en sus manos la cruz, la concha o la flecha.

En el Centro Internacional de Acogida a los Peregrinos en la Rua das Carretas a pocos kilómetros de la Catedral ya hay rosas sembradas por este insigne venezolano, justo en el lugar donde los peregrinos entregan su concha y le dan su Pasaporte sellado con los kms caminados y donde el 22 de abril pasado, como homenaje póstumo a su gran amigo Manferd K. sembró una en todo su esplendor como su más grande cruzada.

Esta rosa florece todo el año, su color rojo vivo genera luz e inspira el encuentro personal de cada caminante con su YO más íntimo y hasta las abejas ya han encontrado un hermoso aposento para hacer su trabajo al conectarse con la savia naturaleza.

La Rosa Peregrina fue sembrada hace poco en distintos lugares, Sarria, Samos, Teiguín, Renche, Triacastela, Fonfría, Cebreiro, ésta última localidad donde está enterrado el sacerdote Elías Valiña, impulsor del Camino.

Norman Sinclair La Rosa, comenta: “La Rosa Peregrina ha sido una invasión alemana pero con alma venezolana”.

Los diferentes medios impresos españoles no han dejado de publicar la valiosa y titánica labor de este porteño médico y botánico venezolano, quien lleno de entusiasmo, esperanza y fe, se despierta cada día agradeciendo el milagro de la Rosa Peregrina como una manera de hacer introspección y exteriorizar lo que lleva dentro de su propia mochila.
¡Vaya belleza contemplativa!

Hay caminos en el mundo que se llenan de color, este es uno de ellos, símbolo de vida, oración y meditación.

Buen Camino primo Norman, padre de la Rosa Peregrina.

 

Marbella Díaz Wever

Licda. Educación/Orientadora

Locutora UCV – Articulista Opinión wtcradio.net

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