A través de un documento titulado “Prioridad fúngica de la OMS: lista de patógenos para guiar la investigación, desarrollo y acción de salud pública”, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer por primera vez este martes una lista de los 19 hongos más peligrosos, en un primer esfuerzo para priorizar sistemáticamente los patógenos fúngicos como problemática que hay que atender.
Con información de El Espectador
Estos son “una gran amenaza para la salud pública, ya que se están volviendo cada vez más comunes y resistentes al tratamiento con solo cuatro clases de medicamentos antifúngicos actualmente disponibles y pocos candidatos en desarrollo clínico”, indicó la OMS en un comunicado.
El documento dividió 19 clases de hongo en tres categorías, según la prioridad de acción que requieren: prioridad crítica, prioridad alta y prioridad media. Estos son los hongos que clasificó la Organización Mundial de la Salud.
Grupo de prioridad crítica:
- Cryptococcus neoformans
- Aspergillus fumigatus
- Candida auris
- Candida albicans
Grupo de prioridad alta:
- Nakaseomyces glabrata
- Histoplasma spp.
- Agentes causantes del eumicetoma
- Mucorales
- Fusarium spp.
- Candida tropicalis
- Candida parapsilosis
Grupo de prioridad media:
- Scedosporium spp.
- Lomentospora prolificans
- Coccidioides spp.
- Pichia kudriavzeveii (Candida krusei)
- Cryptococcus gattii
- Talaromyces marneffei
- Pneumocystis jirovecii
- Paracoccidioides spp.
Dentro del grupo de prioridad crítica, el Cryptococcus neoformans puede causar neumonías agudas y meningitis, mientras que los hongos de género candida pueden asociarse a infecciones vaginales, orales o intestinales, entre otras, conocidas típicamente como candidiasis.
De hecho, hace poco El Espectador reportó que, a más 400 kilómetros de Bogotá, se encontró evidencia del hongo candida auris en unas muestras de agua dulce. Tras ese hallazgo, el Instituto Nacional de Salud se prepara para hacer colectas en diversos cuerpos de agua en diferentes zonas del país.
El problema de la mayoría de patógenos fúngicos, señala la OMS, es que “carecen de diagnósticos rápidos y sensibles y los que existen no están ampliamente disponibles ni son asequibles a nivel mundial”.