El primer contacto del recién nacido con un médico ocurre en la sala de maternidad. Allí es evaluado de manera integral para descartar cualquier problema, ya sea congénito o asociado al propio trabajo de parto.
Sin embargo, ese encuentro no permite valorar por completo la adaptación del bebé a su nuevo ambiente. Por lo tanto, una primera visita al pediatra de manera precoz será imprescindible.
Esta consulta inicial servirá de enlace desde la valoración obstétrica prenatal hasta el control del niño sano. En dichas revisiones periódicas se evalúa el estado general del recién nacido y la forma en la que se desarrolla a medida que crece.
¿Cuándo es el momento ideal para llevar al bebé a su primera consulta con el pediatra?
Luego del alta de la sala de maternidad, que suele ocurrir cuando el recién nacido tiene 2 o 3 días de vida, debería ser evaluado nuevamente por un pediatra. Es preferible que la visita ocurra entre las 48 y las 72 horas posteriores al alta médica. Es decir, cuando el niño tiene de 3 a 5 días de nacido y antes de cumplir su primera semana.
Este período resulta ideal para volver a valorar a un bebé nacido a término que no haya tenido ninguna complicación durante el parto. A pesar de que la visita al pediatra en la primera semana de vida es aconsejada por los expertos, resulta sorprendente constatar que en algunos casos suele posponerse hasta más de 10 días.
Importancia de valorar al recién nacido en la primera semana de vida
Los primeros días de vida son cruciales para un bebé, puesto que es el período en el que el neonato se adapta a su nuevo entorno. Al momento de nacer ocurren cambios fisiológicos en el niño, como la respiración y la alimentación. Estas funciones eran llevadas a cabo por la circulación feto-placentaria.
Cuando nace, el recién nacido comienza a recibir su alimentación a través de la lactancia materna. En los primeros días le provee una solución amarillenta escasa llamada calostro. Es rica en inmunoglobulinas que ayudan al bebé a defenderse frente a agentes patógenos.
La primera consulta permite hacerle seguimiento a la eficacia de la lactancia materna. Esto ayuda a que el bebé comience a recuperar el peso que se recomienda para su edad.
Del mismo modo, acudir al pediatra en la primera semana de vida afecta de manera positiva el apego a la lactancia materna. Lo que brinda mejores resultados que cuando no se cuenta con una asesoría por parte del especialista.
¿Qué evaluará el pediatra en la primera consulta?
Antes de explorar al recién nacido, el pediatra hará una revisión detallada de los antecedentes obstétricos, iniciando con ello la historia clínica. A través de un interrogatorio minucioso podrá obtener información referente a lo siguiente:
- Características y frecuencia de las evacuaciones.
- Patologías durante el embarazo.
- Tipo y duración del parto.
- Edad gestacional.
- Peso y talla al nacer.
- Tipo de alimentación.
- El examen físico del recién nacido en la primera visita al pediatra
Al terminar de recolectar toda la información que se necesita sobre el bebé, se procederá a tomar las medidas antropométricas del mismo, es decir, peso, talla y algunas circunferencias de importancia (cabeza, tórax y abdomen).
Luego se revisará al bebé, evaluando sistemáticamente cada aparato y sistema. A diferencia del examen físico completo de niños más grandes, es de vital relevancia la revisión minuciosa adicional de lo siguiente:
- Fontanelas.
- Audición.
- Genitales.
- Fondo de ojo.
- Muñón umbilical.
Del mismo modo, el pediatra evaluará los reflejos propios del neonato para solicitar estudios complementarios pertinentes, cuyos resultados constatarán o descartarán sus hallazgos.