Carolina Marín Guevara
Efterpi Charalambidis es cineasta venezolana de padres griegos. Se ha sumergido en el mundo de la imagen en movimiento, del texto con sentido, el humor con reflexión y rescata historias que merecen ser contadas.
«Es mirarse instrospectivamente, comulgar con el entorno y buscar los medios para expresarse», refiere la directora de “Que buena broma, Bromelia”, largometraje que lleva 7 semanas en las carteleras nacionales y que ahora está en procesos de aprobación para trascender hacia festivales internacionales y también, como aspecto a destacar, se proyectará en espacios no convencionales para realizar cine foros.
Destacadas han sido las cineastas venezolanas en el lenguaje, imagen, contenido y mirada desde lo íntimo femenino. Desde el documental, Araya, de Margot Benacerraf, cineasta aún viva, tiene 96 años, obtiene el Premio de la Crítica en el Festival de Cannes, son varias las obras del 7mo arte que nos han representado dirigidas por mujeres.
Más adelante, otra cineasta, Fina Torres, estrena en 1985, Oriana. Esta cinta busca otros caminos temáticos, ya no urbanos, sino rurales, ya no violentos, sino delicados, más femeninos. Así mismo, conectada con la temática del nuevo cine venezonalo, Solveig Hoogesteijn rodó Macu, la mujer del policía (1987), ruda y fuerte.
Con Oriana y Araya, el cine nacional obtiene sus dos premios internacionales más destacados: Araya en 1959 y Oriana, recibe la Caméra d’Or también en Cannes en 1985. Podemos recordar también las películas, Sicario, Huelepega o Punto y Raya y Tamara de Elia Schneider (1999).
Otras cineastas venezolanas que han destacado en la gran pantalla, con La distancia más larga (2013), Claudia Pinto y Mariana Rondón y Marité Ugás con Postales de Leningrado y Pelo malo. Este largometraje obtuvo en el año 2013 la Concha de Oro del Festival Internacional de San Sebastián. Estas películas, sin duda, se encuentran concebidos dentro de las tendencias actuales del cine internacional, no de la industria comercial, precisamente.
Aunque la lista de directores venezolanos es mayor en el número de sus colegas femeninas, es de destacar, que la presencia en los diversos oficios que componen una producción cinematográfica está incluida la mujer. Vestuario, maquillaje, música, efectos, producción, guión, promoción, dirección de arte o fotografía.
En este sentido, Charalambidis asegura que en Venezuela ésta no es la mayor dificultad, sino los recursos para la producción. Al respecto, explica que para Que buena broma, Bromelia contó con financiamiento mixto.
Sobre el argumento del film, se trata de una historia de ficción muestra a Bromelia, una mujer que ha pasado sus cuarenta, se dedica a confeccionar trajes de novia en su tienda familiar y se siente sola por ser la única de sus tres hermanas que no se ha casado. Con una madre ansiosa por que su hija vaya al altar, la llegada de un vendedor a la tienda trae consigo la esperanza de lograr el tan añorado cometido. Sin embargo, las cosas no resultan como Bromelia había soñado y el diagnóstico de su embarazo con un niño con síndrome de Down desafía su valor y determinación. “Qué buena broma, Bromelia nos adentra al tema del amor y el desamor al mismo tiempo, con otros bloques temáticos importantes en la historia como la relación madre-hija, la aceptación e inclusión de personas con condiciones especiales y el amor y respeto a los animales”, comenta la guionista y directora del film.
Esta película se culminó justo antes de la pandemia mundial, así que Charalambidis esperó pacientemente este momento para el estreno en su país. El elenco está integrado por Irabé Seguías, Rolando Padilla, María Cristina Lozada, Matthias Mejias (el niño), Sandra Yajure, Jariana Armas, Henry Soto, Juliana Cuervos, y un despliegue de participaciones especiales. La música compuesta originalmente por el maestro Aquiles Báez.
Efterpi es directora, guionista, docente y actriz. Se licenció en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela, obtuvo su Maestría en Cine en la Universidad de Columbia en Nueva York (2002), donde filma el cortometraje Niko’s Restaurant, galardonado con premios a la mejor actuación y al mejor montaje.