José Gabriel Velásquez Colina
De entre toda la filmografía del género del terror en este año 2023, Saw X era una película que esperaba más como fanático de la saga del Juego del Miedo, que como un serio cinéfilo. La franquicia del asesino Jigsaw sigue tan brutalmente elegante como sus antecesoras, pero se ha visto opacada para nuevas generaciones por un género del terror enfocado en los subgéneros de lo sobrenatural y lo antropológico.
El film de Kevin Greutert, y protagonizado por Tobin Bell, es todo lo que se puede esperar de la cinta en el buen sentido, pero sin ser un trabajo que sobresale por un amplio margen en sus aspectos cinematográficos. La película hace gala de conocer a su público, y sabe entregarle lo que quiere y de la mejor manera posible, no de una forma que al espectador le resulte desconocida.
Saw X es una película fresca para la franquicia, y por un margen considerable, la pieza de la saga con mayor corazón. La cinta supone el retorno de los films de Jigsaw a sus aspectos clásicos del gore, en una menor medida claro está, pero fusionándose con los aspectos dramáticos adquiridos por la franquicia en sus últimos dos films, dando como resultado una película única de Saw entre sus pares.
El retorno de John Kramer (Tobin Bell) y Amanda Young (Shawnee Smith) a la franquicia es ejecutado con sumo cuidado, sin resultar forzado, todo se siente cómodamente en el canon de la franquicia a los ojos del espectador fanático. El público es consciente que está viendo Saw, en lugar de algo parecido; como si no hubieran pasado 6 años desde la última vez que John Kramer hizo presencia.
El film es una precuela, ambientada en la línea temporal que ocurre entre Saw (2004) y Saw II (2005), que se destaca como una de las mejores cintas de la franquicia, posiblemente la mejor desde el primer film, sin embargo, la pelicula no aporta ningún valor argumentativo significante a la larga narrativa de la saga, lo cual no sería algo del todo negativo sino fuera esa una de las principales razones de existir para una precuela.
Al carecer de una autoría de su realizador, Saw X compensa esta falta con un gran despliegue de los elementos técnicos y estéticos que caracterizan el estilo de la saga. El uso de los planos (en especial los tomas de picado y contrapicado) para transmitir la sensación de horror y desesperación de la ficción de la pantalla a la realidad del espectador dicen presente creando la atmósfera Jigsaw. El film demuestra una vez más el talento de la franquicia para ejecutar sus ya conocidos giros de trama que saben sorprender al público, el cual si bien conoce esta cualidad de las cintas Saw, no encuentra como evitar la sorpresa.
Si en el algo es pionero Saw X, es en su abordaje único del personaje central de la saga: John Kramer. En comparación a sus antecesoras, la cinta supone el primer protagónico autentico de Tobin Bell como Kramer en toda la franquicia, y sin lugar a duda, su mejor performance del asesino del puzzle. Kramer por primera vez en la historia de la saga es representado como el héroe de la película, en lugar de permanecer en su habitual categoría de «Villano honrado», además de actuar como el personaje estelar del film, en lugar de su habitual rol secundario principal de las previas entregas del Juego del Miedo.
Saw X es una película que dejara satisfechos a los fans del Juego del Miedo y a los curiosos de la cinta, sin embargo podría no cumplir las expectativas de nuevas audiencias de la franquicia del asesino del puzzle, así como la de los no interesados en la premisa del film. Sin duda Saw X es una película hecha para los fans, pero sin tratarse de un proyecto banal fan-service, sino más bien una carta de amor.
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