La pregunta de si se debe lavar o no el arroz antes de cocinarlo es un tema que ha generado cierta controversia en el mundo culinario. Algunos argumentan que lavar el arroz elimina el exceso de almidón y los posibles contaminantes, mientras que otros sostienen que al lavarlo se pueden eliminar nutrientes y afectar su sabor y textura.
Aquellos que defienden lavar el arroz antes de cocinarlo a menudo citan razones como la eliminación del almidón y la reducción del pegoteo. El arroz contiene naturalmente almidón, una sustancia que puede hacer que los granos se peguen entre sí durante la cocción, dando como resultado un arroz más pegajoso.
Al lavar el arroz, se remueve parte del almidón superficial, lo que puede ayudar a obtener granos más sueltos y separados al cocinarlos. Además, el lavado también puede eliminar impurezas y posibles contaminantes, como polvo, tierra o pesticidas, que podrían estar presentes en el arroz.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que lavar el arroz también puede tener efectos negativos. El arroz es un alimento rico en nutrientes, como vitaminas y minerales, y algunos de estos nutrientes se encuentran en la capa externa del grano. Al lavar el arroz, es posible que parte de estos nutrientes se pierdan junto con el almidón lavado. Además, lavar el arroz puede afectar su sabor, ya que el agua utilizada para lavarlo puede diluir los aceites naturales presentes en los granos, que contribuyen al sabor característico del arroz.
¿Se debe o no lavar el arroz antes de cocinarlo?
El principal contaminante que se puede encontrar en el arroz es el arsénico. “En los países más desarrollados, donde el arroz no supone una cantidad significativa de nuestro consumo de nutrientes, el problema no es tan relevante, pero en determinados lugares el arroz puede suponer una fuente relativamente importante de nutrientes como el hierro o el zinc”, explicó el portal Xataca.
En ese orden, el arsénico aparece con relativa frecuencia en los arroces que las personas consumen, por tanto, limita la cantidad de arroz que puede ser recomendable ingerir.
De acuerdo con un estudio reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios, y los límites establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, se puede estimar que una persona adulta de 70 kg podría consumir de manera saludable hasta 160 gramos de arroz integral o 280 gramos de arroz blanco al día sin sobrepasar los límites de arsénico recomendados.
Cabe destacar que el arsénico, principalmente, el que se presenta en moléculas inorgánicas, está relacionado con algunos problemas de salud, sobre todo, en las personas más jóvenes, ya que se relaciona directamente con el desarrollo.
En los adultos, este elemento se ha vinculado con trastornos en la piel, vejiga e incluso con el cáncer de pulmón. Así las cosas, lavar el arroz puede hacer que la cantidad de arsénico presente en el arroz se reduzca hasta en un 90 %.
Por otro lado, los microplásticos son el segundo contaminante que les preocupa a los especialistas y que, al igual que el arsénico, se puede reducir al lavar el arroz.
“Un estudio de 2021 calculó que el proceso de lavado del arroz podía reducir en casi una cuarta parte el contenido de microplásticos en el arroz, con la cifra exacta dependiendo de factores como el tipo de arroz consumido”, indicó el portal.
En consecuencia, se podría decir que la ciencia se inclina por el lavado del arroz, puesto que el cereal no pierde cualidades; seguramente, sí algunos nutrientes, pero eso en términos generales no es de gran preocupación. En conclusión, el lavado puede hacer del arroz un producto más sano, especialmente para aquellas personas que lo consuman con relativa frecuencia o en grandes cantidades.