Donald Trump se impuso este martes en las primarias republicanas de New Hampshire, consolidando su condición de favorito para convertirse en el candidato presidencial de su partido en las elecciones de noviembre.
BBC Mundo
Su rival, la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, felicitó al expresidente por su victoria, pero acalló los rumores de una posible retirada.
«La carrera está lejos de haber terminado», dijo, y enfatizó las razones por las que el Partido Republicano debe elegirla como candidata para disputar la presidencia a Joe Biden el próximo noviembre.
Poco después, Donald Trump subió al escenario entre vítores de «¡Estados Unidos!».
El expresidente dijo que Nikki Haley tuvo «una muy mala noche», pero «todavía está dando vueltas» a pesar de perder.
«Ella fingió que ganó Iowa. Miré alrededor y pensé, ¿no quedó ella en tercer lugar?», dijo con ironía Trump.
Tras la victoria en Iowa la semana pasada, Trump fue mucho más magnánimo, señala el corresponsal de la BBC en Norteamérica Anthony Zurcher.
«Llamó a la unidad del partido y elogió a sus rivales por ser inteligentes y capaces», recuerda Zurcher.
«Esta vez se abandonaron esas sutilezas, ya que el discurso del expresidente osciló entre alardes de las cifras de las encuestas y ataques a Haley», añade el periodista.
«Nos vemos en el camino», concluyó Trump, tal vez un poco molesto porque la campaña de las primarias podría extenderse un poco más de lo que esperaba al comenzar este martes.